Varios agentes del Servicio Secreto, entre ellos el jefe de la oficina de campo de Pittsburg, fueron puestos en licencia administrativa como resultado de la investigación sobre el intento de asesinato contra el expresidente Donald Trump en Pensilvania. Por su parte, en medio de la investigación del Congreso sobre el incidente, senadores exigieron los registros de las agencias policiales federales, estatales y locales.
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