Bebidas calientes y fogatas ayudan a soportar el frío a las afueras de la estación, a la espera de un tren gratuito para viajar a Polonia. En el lugar se ha improvisado un campamento con agua y alimentos para quienes lo necesiten. Muchas personas también han decidido quedarse en la ciudad, que por el momento es segura y no ha sido atacada por Rusia.
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