Droga, una fiesta y tres arrestos: claves de la misteriosa muerte de una arquitecta mexicana y su amiga modelo

Ambas jóvenes habrían conocido a los sospechosos en un club nocturno de Los Ángeles, se fueron con ellos a un apartamento y consumieron droga en exceso. Estos las dejaron afuera de hospitales, donde perdieron la vida. La Policía arrestó a tres hombres ligados a la industria del entretenimiento.

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La Policía de Los Ángeles, California, asegura haber resuelto el caso en torno a la misteriosa muerte de una arquitecta mexicana y su amiga modelo, quienes fueron abandonadas afuera de dos hospitales por hombres que intencionalmente cubrieron sus rostros y le quitaron la placa al auto en el que las llevaron.

Tres sospechosos fueron arrestados esta semana por detectives de la unidad de homicidios de la Policía angelina en relación con la muerte el 13 de noviembre de Christy Giles, una modelo y aspirante a actriz, y de su amiga, la arquitecta mexicana Hilda Marcela Cabrales Arzola, quien falleció el 24 de ese mes.

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Los sospechosos están ligados a la industria del entretenimiento. Se trata de David Pierce, un actor, aspirante a director de cine y expromotor de clubes nocturnos; Michael Ansbach y Brandt Osborn, un actor que fue arrestado en el set de grabación de la serie policiaca ‘NCIS: Los Angeles’. A Pierce le fijaron una fianza de un millón de dólares y a los otros una de $100,000.

Pierce, quien vive en Beverly Hills, enfrenta un cargo de homicidio involuntario, mientras que Ansbach y Osborn han sido acusados de complicidad en el crimen. El primero fue acusado el viernes en otro caso, por supuestamente agredir sexualmente a cuatro mujeres.

La Fiscalía del condado de Los Ángeles le interpuso cargos por violación forzada, violación de una persona inconsciente o dormida, y penetración sexual con un objeto.

Un incidente habría ocurrido en agosto de 2010, otro en febrero de 2019 y dos más el año pasado. “Este caso está evolucionando y seguimos trabajando con las fuerzas del orden para desarrollar pruebas de otros posibles delitos”, dijo el fiscal George Gascón en un comunicado.

Las víctimas, Giles y Cabrales Arzola, habrían conocido a estos hombres en un club nocturno del centro de Los Ángeles a principios de noviembre y se habrían ido con ellos a un edificio de apartamentos en el oeste de la ciudad.

“Se cree que ambas mujeres recibieron drogas y sobredosis en una residencia en la cuadra 8600 del bulevar Olympic, en la ciudad de Los Ángeles”, describe un comunicado de la Policía de Los Ángeles.

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Los detectives afirman que el pasado 13 de noviembre hombres “enmascarados” dejaron a Giles afuera del hospital Southern California en Culver City. La llevaron en un Toyota Prius negro sin placas. “La víctima estaba inconsciente y fue declarada muerta”, señala la policía angelina.

Poco después, los mismos hombres abandonaron a Cabrales Arzola en el hospital Kaiser Permanente en el oeste de Los Ángeles. “Esta víctima estaba inconsciente y en estado muy crítico. Fue declarada muerta el 24 de noviembre”, agrega el comunicado.

“La amaré hasta el último día de mi vida”

El padre de la arquitecta mexicana, Luis Cabrales Rivera, contó con lágrimas que su hija había venido a Los Ángeles hace unos meses para cumplir sus sueños profesionales.

“Vieron cómo se estaban muriendo lentamente y no les importó. Merecen estar toda su vida en la cárcel”, declaró en una entrevista con Univision 34. “La voy a amar hasta el último día de mi vida y voy a estar esperando el momento de volverla a abrazar y decirle todo lo que la amo”.

Por su parte, el viudo de Giles, Jan Cilliers, dijo a la prensa que se sentía “aliviado” por los arrestos. Él fue quien de inmediato publicó la sospecha de que tres hombres vestidos de negro y con el rostro cubierto habrían abandonado el cadáver de su esposa en un centro médico de Culver City.

“Recibí todos los mensajes que ella intercambió con alguien más esa noche y le estaba enviando un mensaje de texto a Marcela, la chica con la que estaba, a las 5:30 pm diciendo ‘salgamos de aquí’ con el emoji de ojos abiertos", dijo Cilliers al canal ABC7 en noviembre.

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Según su testimonio, existe un video de seguridad en el que se observa a los tres sospechosos poniendo a Giles en la banqueta. Él denunció hace un mes que esos hombres ocultaron sus rostros con un pañuelo, se vistieron de negro y le quitaron la placa a su auto para intentar borrar su rastro.

La Policía de Los Ángeles, con la asistencia del FBI, continúa investigando este caso.

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