Siendo muy joven escapó de su hogar adoptivo, terminó siendo explotada por un proxeneta y a los 16 años asesinó a un agente de bienes raíces que había pagado para tener sexo con ella. Fue juzgada como adulta y condenada a cadena perpetua, pero luego de pasar la mitad de su vida en la cárcel y recibir el apoyo de congresistas, legisladores y celebridades, el gobernador de Tennessee le concedió el perdón y autorizó su liberación.