El Medio Oeste de EEUU está en problemas: sigue la migración hacia el sur

Cifras nuevas del censo confirman un aumento en la tendencia migratoria desde el llamado Cinturón de la Nieve hasta el del Sol.

St. Louis y su famoso arco cada vez le dan la bienvenida a menos personas.
St. Louis y su famoso arco cada vez le dan la bienvenida a menos personas.
Imagen Jeff Curry/Getty Images

A los que debaten hasta la saciedad acerca de la revitalización de ciudades como Detroit, Pittsburgh y Baltimore, debemos recordarles algo: los números no mienten.

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La Oficina del Censo de Estados Unidos publicó estimados demográficos que atañen actualmente a condados y áreas metropolitanas. ¿El resultado? Nada alentador que digamos para el caso de las regiones posindustriales del Medio Oeste y el Noreste. Por ejemplo, la ciudad de St. Louis perdió cerca de 3,500 residentes entre julio de 2015 y 2016, lo que representó una caída de un 1.1% de su población. Esta es la disminución más notable en cualquier urbe del país, y, a su vez, la más marcada a nivel local en años recientes.

Chicago, por otro lado, tuvo el mayor declive numérico entre todas las áreas metropolitanas: más de 21,000 personas, o lo que es igual, un 0.4% de su población. Algo parecido sucedió en Baltimore, donde se verificó una rápida aceleración en la merma de su población de 2015 a 2016. Pittsburgh, Cleveland, Syracuse, Hartford, Buffalo, Scranton y Rochester contaron también sus pérdidas en miles.

En total, según la revista Governing, los “ 146 condados más densamente poblados vieron cómo unos 539,000 habitantes, durante el período de 12 meses que finalizó en julio, dejaron su lugar de residencia para probar suerte en otras zonas del país, evidenciando el mayor declive poblacional de los últimos años”.

(Laura Bliss)


Eso también explica el lento crecimiento en las grandes ciudades de Estados Unidos, incluyendo Los Ángeles y Nueva York.

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Los centros urbanos, y especialmente aquellos en el Medio Oeste y el Norte posindustrial, están luchando por competir contra el poder de atracción de los barrios periféricos. Esto incluye zonas enclavadas en sus confines, como el conocido aumento del condado St. Charles, en las afueras de St. Louis. Pero el flujo migratorio más llamativo continúa siendo el que tiene lugar desde el Cinturón de la Nieve hasta el Cinturón del Sol. Patrones de desarrollo más flexibles, la asequibilidad de la vivienda, y la oferta de empleos (particularmente en la industria de los servicios y la atención médica) en ciudades como Orlando, Las Vegas y Phoenix han seducido a cientos de miles de recién llegados.

El condado King, en Washington (zona que incluye a Seattle), fue una rara excepción geográfica entre los condados que vieron aumentar su población. Por su parte, las ciudades más pequeñas del Noroeste mostraron crecimientos asombrosos, como señaló el economista Jed Kolko.

“De entre todas las áreas metropolitanas con al menos 250,000 habitantes, cuatro de las diez áreas que más crecieron de 2015 a 2016 fueron en Washington (Olympia y Spokane) u Oregon (Eugene y Salem). Otra ciudad del Noroeste, Boise, Idaho, figuró también en la lista”, dijo Kolko.

(Laura Bliss)


Varias ciudades víctimas de este declive están elaborando activamente estrategias para atraer más residentes, liquidando propiedades desocupadas a precios rebajados, ofreciendo exenciones tributarias a las empresas y dándoles la bienvenida a grupos de refugiados. Pero, a grandes rasgos, la historia de la migración posrecesión no ha cambiado mucho en los últimos años, y las estadísticas sugieren una profundización del flujo desde el Cinturón de la Nieve hasta el Cinturón del Sol.

Este artículo fue publicado originalmente en inglés en CityLab.com.