El inesperado renacer del sur de Estados Unidos

La tasa de crecimiento de la población nacional ha disminuido hasta los niveles de 1937, pero los empleos y la accesibilidad a la vivienda continúan motivando a las personas a concentrarse en ciertas zonas del país.

Un obrero trabaja en una construcción en Phoenix, Arizona.
Un obrero trabaja en una construcción en Phoenix, Arizona.
Imagen Justin Sullivan/Getty Images

El índice de crecimiento poblacional está en su punto más bajo desde la época de la Gran Depresión. Pero esa ralentización no se ve en todas partes. De hecho, en los estados del Cinturón del Sol (es decir, las áres más prósperas del sur del país), el resurgimiento económico ha seducido a trabajadores de otros rincones del país, fortaleciendo, incluso, el propio índice de crecimiento.

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Según un nuevo análisis a partir de datos del pasado Censo, realizado por el demógrafo William Frey, de la Institución Brookings, la tasa anual de crecimiento poblacional ha caído hasta un 0.7%, la más baja desde 1937. Si bien este indicador ha oscilado durante décadas, se había mantenido siempre por encima de un 0.9% hasta la recesión de 2008. El declive subsiguiente de los índices de natalidad ha contribuido sustancialmente a este último bajón. Pero si, por otra parte, la tasa de natalidad podría subir conforme crece la economía, es el continuo envejecimiento de la población estadounidense, de la mano de los altos índices de defunción, lo que pudiera entorpecer el crecimiento, estimándose, para 2040, un 0.5%. La inmigración al país, que habiendo decrecido con la recesión ahora ha comenzado a subir de a poco, es la razón principal por la que la población, en general, continúa aumentando.

Pero en varios lugares del país, se está manifestando la tendencia contraria. Estados occidentales como Utah, Nevada, Idaho, Washington, Colorado, Oregon, y Arizona encabezan la lista de aquellos con los mayores incrementos poblacionales en el bienio 2015-2016, cada uno con una tasa por encima de un 1.6%. A su vez, el crecimiento se acelera en el Distrito de Columbia y en estados sureños como Texas, Georgia, Florida, y las Carolinas.

Al otro lado del espectro, Illinois perdió el mayor número de personas, siguiendo con una tendencia de tres años. Estados del Noreste, incluyendo Nueva York, Pennsylvania, Connecticut y Vermont, también vieron pérdidas. Dakota del Norte, que tuvo hace un año la mayor tasa de crecimiento del país, con un 2.29%, registró esta vez un 0.15%. Debido al colapso de su economía petrolera, dejó de ser el destino preferido de los trabajadores.

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De acuerdo a como lo explicó Bloomberg News, la economía de Dakota del Norte está haciendo aguas, el nivel del empleo cayendo rápidamente, y el estado está imponiendo los más profundos recortes presupuestarios de su historia para ayudar a reducir un déficit de mil millones de dólares. “Es simple, la economía de Dakota del Norte ha quedado devastada por la dramática recaída de los precios del petróleo”, dijo a Bloomberg Karl Kuykendall, economista de la empresa IHS, especializada en producir estudios de mercado y consultoría energética.

El ejemplo de Dakota del Norte muestra cómo la migración puede influir en las poblaciones locales. Se trata de la razón fundamental que explica las tendencias divergentes en los estados que componen el llamado Cinturón de la Nieve, respecto de los del Cinturón del Sol. Echemos un vistazo al siguiente gráfico, el cual ilustra cómo las personas se están moviendo al interior del país:

Migración interna neta entre las regiones del Cinturón de la Nieve y del Cinturón del Sol.

Estados como Nueva York, California e Illinois, que han funcionado tradicionalmente como destinos socorridos para trabajadores buscando oportunidades, ahora no son vistos como tal, al menos no en la misma medida. Nueva York, por ejemplo, vio cómo 91,000 residentes se largaron justo tras la recesión. Solo en 2015-2016, perdió 191,000. En cambio, Texas parece estar de moda, un estado que no lo estaba haciendo nada mal durante la crisis, y que hoy día continúa siendo centro de una economía activa. Ha habido movimientos importantes también hacia Washington, Carolina del Norte, Colorado, Oregon, Carolina del Sur, Georgia y Nevada, donde los empleos han aumentado desde la recesión y la vivienda es mucho más accesible.

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Frey concluye que “en su conjunto, Estados Unidos parece quedar atrapado en una paradoja de crecimiento poblacional”. Sin embargo, el que haya gente dispuesta a mudarse a lugares donde existe una alta oferta de empleos es, en última instancia, una señal inequívoca de que mejores tiempos nos esperan.

Este artículo fue publicado originalmente en inglés en CityLab.com.

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