El alcalde de Bogotá defiende su política de mano dura contra el crimen organizado

El primer año de su segundo término como alcalde de Bogotá ha sido controversial para Enrique Peñalosa. La impopularidad de sus planes para urbanizar la reserva natural Van der Hammen, su propuesta de privatizar la compañía de energía pública ETB y ciertos cambios en los planes originales del metro que se está construyendo han creado índices de aprobación tan bajos como los de Gustavo Petro, su predecesor.

Pero quizás nada le ha costado tanto políticamente como sus recientes métodos para controlar el crimen en su ciudad, que defendió en la conferencia CityLab 2016, realizada en Miami entre el 23 y 25 de octubre.

Peñalosa se hizo famoso por su decisión de hacer intensas redadas y luego demoler la zona del Bronx, una vecindad extremadamente cercana al centro de Bogotá donde el crimen organizado dominaba y donde la policía no podía establecer control. Esto le costó políticamente porque los desplazados (muchos de ellos indigentes y personas con problemas con las drogas) terminaron en otras partes de la ciudad, donde otros ciudadanos rechazaban su presencia. Otras facciones políticas también lo acusaron de violaciones de derechos humanos por la degradación de la gente viviendo en esta comunidad.

Pero Peñalosa mantiene que sus métodos han creado una ciudad más sana y que los problemas específicos de su país necesitan este tipo de intervención punitivo.

“[El Bronx] no era una comunidad. Era un área donde la policía no entraba, que estaba totalmente controlada por el crimen organizado”, dijo Peñalosa en su panel sobre combatiendo el crimen.

Luego de la charla, el alcalde bogotano explicó que, junto con esta medida, prácticamente dobló el presupuesto destinado a la atención a indigentes, 27 millones de dólares a 58 millones de dólares.

Peñalosa habló en la conferencia CityLab 2016 junto a la alcaldesa Angela Brown Burke, de Kingston, Jamaica, quien enfatizó su estrategia preventiva, la que trata de ver los criminales como seres humanos y resolver los problemas que los empuja hacia una vida de crimen. Sus medidas de aumentar oportunidades de trabajo para la gente también han sido exitosas para bajar las tasas del crimen en su ciudad, dijo la alcaldesa.

Peñalosa dijo estar de acuerdo en que esta estrategia es necesaria. Pero dijo que también hay una diferencia entre el crimen de jóvenes y de sindicatos criminales organizados.

“Estas son redes profesionales [de crimen]. Eso no es algo que puedes resolver con trabajo social. Lo tienes que tratar con policías y con la cárcel,” dijo el alcalde. “Quizás en los Estados Unidos hay demasiada gente en la cárcel por hacer drogas y cosas así, lo cual es un desperdicio de dinero y de tiempo. Pero en Colombia tenemos crimen organizado muy serio”.