Contrario a las afirmaciones de Trump, el gobierno estadounidense no está descuidando sus fronteras. De hecho, Estados Unidos está invirtiendo mucho en ellas, sustituyendo puestos fronterizos que solían ser poco más que chozas por instalaciones modernas, seguras y acogedoras.
Estados Unidos está haciendo sus estaciones fronterizas más acogedoras
A pesar de que algunos hablan de crear muros, lo que el gobierno de EEUU ha estado haciendo es invertir en instalaciones más seguras y cómodas a lo largo de sus fronteras.


Las instalaciones de control de fronteras recibieron dos Premios de Diseño 2016 de la Administración de Servicios Generales (GSA, por sus siglas en inglés), anunciados el mes pasado en Washington DC. El Puerto de Entrada Terrestre Mariposa (diseñado por Jones Studio, con sede en Phoenix, para Nogales, Arizona) y el Puerto de Entrada Terrestre de San Ysidro (diseñado por la firma con sede en Seattle Miller Hull Partnership para San Ysidro, California), ganaron los premios de diseño de la GSA.
Tanto en términos infraestructurales como filosóficos, estos proyectos son una importante desviación de la visión del Partido Republicano de un muro fronterizo que se extienda por toda la frontera entre Estados Unidos y México. Como explicó Eddie Jones de Jones Studio a Architect, su diseño para el Puerto de Entrada Terrestre Mariposa se inspiró en "Border Lines" (Líneas Fronterizas), un poema de Alberto Ríos, el laureado poeta de Arizona y nativo de Nogales. Ese poema finaliza así, "Demos vuelta al mapa hasta que veamos claramente:// La frontera es lo que nos une, // No lo que nos separa".

Así que no se sigue exactamente la idea de "el muro que construiremos y que México pagará". Aun así, Estados Unidos ha realizado una importante inversión en sus estaciones fronterizas desde la recesión. La Ley de Recuperación y Reinversión de Estados Unidos de 2009 autorizó 420 millones de dólares al Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos para sustituir hasta 31 puertos de entrada terrestre y modernizar ocho más. El hecho de que estos proyectos fueron viables, no totalmente descabellados, no hace menos seguras estas estaciones fronterizas. Modernizar los puertos de entrada terrestre y hacer de estas vías de entrada al país lugares más acogedores les da empleo a las personas y mejora la seguridad fronteriza.
La estación Mariposa diseñada por Jones Studio, la cual sustituyó una instalación que tenía 35 años de antigüedad, fue diseñada para cumplir con las nuevas normas federales ambientales y de seguridad, no solo las normas posteriores al 11/S, sino las normas posteriores a 1980. Según Architect, el diseño pasó por 45 revisiones antes de que fuera confirmado por los agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza. "Las instalaciones garantizan la seguridad de manera tanto eficaz como humana, y que a la vez celebra el paisaje regional y el orgullo nacional", dicen las palabras de la GSA en el trofeo.
Otro cruce fronterizo extraordinariamente ocupado, el Puerto de Entrada Terrestre de San Ysidro, requirió la construcción de una instalación para dar servicio a las 102,000 personas que cruzan diariamente la frontera de Estados Unidos con México. Miller Hull Partnership se enfocó en características sostenibles para que el edificio fuera energéticamente eficiente, lo cual también aumenta la seguridad de la instalación.

Para poner solo un ejemplo, la empresa construyó un toldo de 780 pies en forma de "almohada" sobre los carriles de tráfico en dirección a Estados Unidos. El techo es del mismo material que PTW Architects y Arup utilizaron para el llamado Cubo de Agua, la piscina de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008: etileno-tetrafluoroetileno. El material protege a los agentes de inspecciones fronterizas del sol y la lluvia, pero es translúcido, lo que significa que los retenes de inspección no requieren iluminación artificial durante el día. "El argumento de diseño detrás de la utilización de los toldos fue también la seguridad: la delgada naturaleza del toldo ofrece una visión libre de obstáculos a los coches que hacen en fila en la frontera", dice el informe del diseño.
El programa bianual de Premios de Diseño de la GSA reconoce la excelencia en la arquitectura, la ingeniería, el diseño urbano, el diseño interior, la conservación y la preservación en edificios públicos en todo el país. Al año se construyen muchos más juzgados y edificios que los puertos de entrada terrestre. Sin embargo, cada año las estaciones fronterizas se las arreglan para recibir los elogios de todo el sector de diseño, incluyendo los más altos honores de la GSA.
El Puerto de Entrada Terrestre en Van Buren, Maine, (diseñado por Snow Kreilich Architects) y el Puerto de Entrada Terrestre Peach Arch (de Bohlin Cywinski Jackson) en Blaine, Washington, ganaron premios de honor en 2014. Snow Kreilich, anteriormente conocida como Julie Snow Architects, también diseñó el Puerto de Entrada Terrestre en Warroad, Minnesota, que recibió el Premio de Diseño de la GSA, lo cual convierte a la empresa en una especie de experta en esta tipología. Robert Siegel Architects recibió un premio por otra estación fronteriza en Maine en 2010; Smith-Miller + Hawkinson Architects recibió uno por una estación fronteriza en Massena, Nueva York.


Casi todo programa de Premios de Diseño de GSA durante la última década ha incluido premios a proyectos de estaciones fronterizas, para estructuras ya terminadas o sus planos arquitectónicos. Desde Donna, Texas, hasta Raymond, Montana, estos nuevos diseños no sólo extienden un gesto de hospitalidad a nuestros vecinos y visitantes, sino que también facilitan el trabajo de los agentes de seguridad nacional.
Las estaciones fronterizas no tienen por qué ser lugares hostiles. Es una lección que algunos candidatos y políticos podrían aprender de nuestros arquitectos y poetas. Les dejamos acá el texto completo de "Líneas Fronterizas", de Alberto Ríos, para que se inspiren:
El mundo en un mapa parece el dibujo de una vaca
En la carnicería, todas esas líneas mostrando
Dónde cortar.
Ese dibujo de la vaca es también un rompecabezas,
Mostrando cómo caben muy bien juntas
Todas las piezas extrañas.
La manera en que miramos el dibujo
Nos hace ver la diferencia.
Parecemos vivir en un mundo de mapas:
Pero en verdad vivimos en un mundo hecho
No de papel ni de tinta sino de gente.
Esas líneas son nuestras vidas. Juntos,
Demos vuelta al mapa hasta que veamos claramente:
La frontera es lo que nos une,
No lo que nos separa.
Este artículo fue publicado originalmente en inglés en CityLab.com.








