El lado negativo de la Biblioteca de Obama: utilizará terrenos de un parque en el sur de Chicago

El edificio tomará parte del Jackson Park, algo que sienta un mal precedente, especialmente en una zona pobre que necesita de áreas verdes y de recreación.

El presidente Obama en la presentación de su proyecto, en Chicago.
El presidente Obama en la presentación de su proyecto, en Chicago.
Imagen Scott Olson/Getty Images

Tras haber aparecido varias veces en Instagram y descansar, el expresidente Barack Obama regresó a trabajar la semana pasada después de unas largas vacaciones con la primera dama Michelle. Su primera orden del día fue presentar su biblioteca y centro presidencial, que se ubicará en el South Side de Chicago.

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El Centro Presidencial Obama, el cual el ex presidente dio a conocer en una charla el miércoles en Chicago, consta de un campus diseñado por Tod Williams Billie Tsien Architects (TWBTA). Basado en los bosquejos preliminares y un modelo arquitectónico, la visión para el centro es moderna, pero sin pretensiones, con un museo vertical en forma de farol, una biblioteca de baja altura y un foro con hermosos jardines en la azotea.

El diseño es formal y moderado, con un enfoque en los materiales y con elementos verticales y horizontales contrastantes. En vista de que el diseño puede representar una metáfora de la política, Tod Williams y Billie Tsien han Obama capturado perfectamente el famoso temperamento calmado de Obama. La exprimera familia escogió a TWBTA entre un grupo de finalistas que figuran entre las mejores oficinas de arquitectos del mundo: SHoP Architects, Snøhetta, Renzo Piano, David Adjaye y John Ronan Architects de Chicago.

Es difícil encontrar alguna objeción con respecto al diseño hasta ahora, pero no se puede decir lo mismo sobre la ubicación del sitio. Como escribí en el año 2015, tiene un defecto crítico, uno que sienta un mal precedente para el uso de los parques en todas partes: el edificio utilizará parte de las áreas verdes cercanas.

Los residentes de Chicago podrían no extrañar los campos deportivos en el perímetro del parque que la biblioteca presidencial reemplazará. Sin embargo, existe el riesgo de que extrañen los árboles del bosque. Chicago está lentamente entregando un parque histórico cuando la ciudad y sus socios deberían estar creando nuevos espacios cívicos cuando surja la oportunidad.

El Centro Presidencial Barack Obama, diseñado por la compañía Tod Williams Billie Tsien Architects (Obama Foundation).

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La Universidad de Chicago y la Fundación Barack Obama planean hacerse de unos 20 acres del Jackson Park, una de las más importantes instalaciones del South Side, para construir el Centro Presidencial Obama. Frederick Ley Olmsted y Calvert Vaux, los arquitectos paisajistas que les dieron a los neoyorquinos el Central Park, diseñaron el Jackson Park en 1871. Dos décadas más tarde, sirvió como el sublime escenario para la Exposición Universal de Chicago, el contexto para el imprescindible libro El Diablo en la Ciudad Blanca de Erik Larson.

Los Obama consideraron dos opciones para el emplazamiento de la biblioteca presidencial en Chicago: Jackson Park y otra gema del South Side, Washington Park. Es mejor que se hayan decidido por el primero, no por el último, según Charles A. Birnbaum, presidente y director ejecutivo de la Fundación Paisaje Cultural, una organización de defensa sin fines de lucro encargada de preservar los paisajes históricos de Estados Unidos. "Si la Biblioteca Obama se hubiera colocado [en Washington Park], habría ocupado unos 23 acres a lo largo del extremo oeste del parque, lo cual habría sido devastador e irreparable", escribió.

Washington Park está considerado una de las cuatro obras maestras completas de Olmsted, junto con el Central Park y Prospect Park en Nueva York y el Franklin Park en Boston. Cualquier biblioteca presidencial estaría encantada de tener a uno de ellos como patio delantero. Pero colocar semejante instalación en Central Park, Prospect Park, o Franklin Park —o siquiera proponerlo— provocaría gritos de protesta. Washington Park no es menos sagrado, pero está situado en el South Side de Chicago, un lugar con menos poder político y social que los demás.

El sitio planeado del Centro Presidencial Obama, encima de campos recreacionales existentes hoy en Jackson Park (Obama Foundation).

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Por otro lado, Chicago ya ha violado la integridad del Jackson Park. Y hasta cierto punto, Olmsted y Vaux incluyeron en el diseño original un edificio administrativo. Nunca fue construido, pero se proyectó bastante cerca de donde se programa construir el Centro Presidencial Obama. Entre los dos sitios, el costo cultural de construir en Jackson Park era menor. Era demasiado bajo: la decisión tomada en julio de 2016 provocó muy pocas protestas por parte de los críticos. Como Birnbaum lamentó en el momento, los periodistas especializados en diseño que se quejaron por el desmantelamiento del restaurante Four Seasons en Nueva York no dijeron nada sobre el desmantelamiento, por parte de la Fundación Obama, de un parque diseñado por Olmsted en Chicago.

Para los Obama, la ventaja es clara. Es mucho más barato ocupar espacio de parques públicos que se les entrega de forma gratuita (o más bien por 1 dólar) que encontrar y comprar el espacio apropiado en la ciudad. En lugar de crear un nuevo espacio público para el South Side, mediante la adquisición de lotes baldíos o propiedad en desuso, los Obama están convirtiendo un espacio que ya es un parque existente. Los campos de recreación pueden no ser encantadores, pero son muy útiles. Parte del atractivo de albergar una biblioteca presidencial en un denso centro urbano es la creación de un nuevo parque.

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También se están planeando otros cambios relacionados con el parque. Tiger Woods está involucrado en una iniciativa de 30 millones de dólares para fusionar dos campos de golf en Jackson Park y el adyacente South Shore en un solo campo, grande, apto para albergar torneos de la PGA, convenientemente ubicado al lado de la biblioteca de un presidente a quien una vez Golf Digest elogió por "su profundo compromiso con el apoyo a la industria del golf". En otros lugares de Jackson Park, la organización sin fines de lucro Project 120 Chicago contempla la construcción de algún tipo de campus technológico.

Por lo tanto, no es ninguna sorpresa que Preservation Chicago colocara a Jackson Park en su lista "Chicago 7" de sitios más amenazados en 2017. Pero otras voces críticas han estado calladas. Amigos de los Parques, una organización sin fines de lucro encargada de la preservación de los 8,100 acres de parques de la ciudad, inicialmente se opuso al plan de utilizar parques de Chicago para construir la biblioteca presidencial en un enérgico editorial e incluso habló de posibles litigios. Pero esa columna ya ha sido eliminada. Juanita Irizarry, directora ejecutiva de Amigos del Parque, ahora dice que, si bien el grupo aún mantiene que el Centro Presidencial Obama no debería estar ubicado en Jackson Park, la organización ha moderado de cierta forma su mensaje, abandonado la amenaza legal y se ha unido a la comisión de arquitectura paisajística, por invitación de la Fundación Obama.

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La situación podría ser menos irritante si no hubiera una mejor alternativa cercana para el emplazamiento de la biblioteca presidencial de Obama: hay 11 acres de parcelas vacantes, abandonadas o subutilizadas propiedad de la ciudad, la Universidad de Chicago y la Autoridad de Tránsito de Chicago, todas adyacentes al Washington Park. Como Amigos de los Parques ha señalado desde el inicio, esto traería los mismos beneficios al South Side —turismo, prestigio e inversión— mientras que a la vez aportaría algo nuevo al paisaje local (ni Amigos de los Parques ni en la Universidad de Chicago, respondieron a solicitudes de comentarios al respecto).

En su lugar, el ex presidente está contribuyendo a una tendencia preocupante. No sólo en Jackson Park, el cual parece ya haberse perdido, al menos en cuanto a su estatus como una instalación diseñada por Olmsted, sino también en otras partes. En Nueva Orleans, por ejemplo, donde el City Park y el Audubon Park están perdiendo terrenos ante el desarrollo de instalaciones culturales. O en Nueva York, donde la Colección Frick planeó una expansión (que ya abandonó) que pavimentaría los atesorados jardines diseñados por Russell Page.

En Filadelfia, la Alianza de Parques de la ciudad promovió y ganó un proyecto de ley denominado Ordenanza sobre la Protección de Terrenos Abiertos para crear normas y directrices para el uso de los parques. Chicago necesita fijar sus propias mejores prácticas antes de que Jackson Park siga siendo engullido por nuevas iniciativas—sin importar cuán populares sean. Los parques no tendrán ninguna oportunidad si las ciudades los tratan como estacionamiento gratuito.

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Este artículo fue publicado originalmente en inglés en CityLab.com.