En días recientes varios medios han publicado artículos según los cuales científicos de la NASA habrían encontrado pruebas de la existencia de un universo paralelo en donde el tiempo corre hacia atrás y las reglas de la física parecen estar operando al revés.
No es cierto: la NASA no ha conseguido evidencias de un universo paralelo donde el tiempo corre hacia atrás
Varios medios han publicado reportes sobre el supuesto hallazgo de pruebas científicas que demostrarían la existencia de un universo paralelo. Pero se trata de un informe sobre estudios del origen de ciertas partículas (neutrinos) que no arroja ninguna conclusión de ese tipo.


Para decepción de los fanáticos de la ciencia ficción y de los cómics, nada de eso es cierto a pesar de que efectivamente existen reportes de un experimento en el que los científicos encontraron partículas cuyo comportamiento es difícil de explicar desde la física.
Todos los informes provienen de la misma fuente: un artículo publicado en la revista The New Scientist el 8 de abril de 2020 titulada titulado "Podemos haber visto un universo paralelo que va hacia atrás en el tiempo".
El reporte hace referencia a los hallazgos de la Antena Antártida Transitoria Impulsiva o ANITA, un experimento mantenido por investigadores de la NASA.
Se trata de un conjunto de antenas de radio suspendidas de un globo de helio que vuela a una altura de unos 37,000 metros, casi cuatro veces más alto que un vuelo comercial, para detectar partículas de alta energía, conocidas como neutrinos, que bombardean constantemente el planeta.

Estas partículas pasan a través de la mayoría de los objetos sólidos sin que nadie se percate, aunque no son dañinos y rara vez interactúan con la materia, explica un reporte en el sitio CNET.
ANITA detecta los neutrinos que llegan del espacio y colisionan en la capa de hielo de la Antártida, pero algunos de ellos parecen haber venido desde un ángulo extraño, desde el interior de la Tierra, un hallazgo que ciertamente no es capaz de explicar la ciencia física.
Cuando ANITA informó de señales que parecían neutrinos de energía extremadamente alta, “los físicos estaban desconcertados”, dice un reporte del observatorio IceCube, de la Universidad de Wisconsin-Madison.
"Se dice comúnmente que los neutrinos son partículas 'evasivas' o 'fantasmas' debido a su notable capacidad de atravesar el material sin chocar con algo", explica Alex Pizzuto de la Universidad de Wisconsin-Madison, citado en el reporte de IceCube.
"Pero en estas increíbles energías, los neutrinos son como los toros en una tienda de porcelana, es mucho más probable que interactúen con las partículas de la Tierra".
Realidad y fantasía
Los físicos han propuesto múltiples explicaciones para estos rayos cósmicos, desde "neutrinos estériles" hasta "materia oscura atípica" dentro de la Tierra. Pizzuto, que ha trabajado con el Observatorio de Neutrinos IceCube que realizó un experimento similar en 2018, sugirió que podría deberse a las propiedades del hielo mismo, explica un reporte del diario británico The Independent.
Ron Ekers, miembro honorario de la agencia nacional de ciencia de Australia (CSIRO), citado también por The Independent, señaló que "después de cuatro años no ha habido una explicación satisfactoria de los eventos anómalos vistos por ANITA, por lo que esto es muy frustrante, especialmente para los involucrados".
Los resultados publicados en el informe científico de IceCube mencionan frases como "inconsistente con una interpretación cosmogénica" y "nueva física". Uno de los comentarios dice: "Una explicación astrofísica de estos eventos anómalos bajo los supuestos del modelo estándar está severamente restringida independientemente del espectro fuente".
La revista Forbes ofrece una interpretación correcta de esa conclusión: “aún no sabemos de dónde vinieron estas señales”. Y otra incorrecta: “estos neutrinos de alta energía vinieron de un universo paralelo”.
Desde 1952 los físicos han estado debatiendo si realmente vivimos en un universo con varios planos. Inclusive el pionero de la ciencia cuántica, el físico austríaco Erwin Schrödinger (premio Nobel de Física en 1933, sucesor de Max Plank y amigo de Albert Einstein), planteó hipótesis sobre universos paralelos que en sus propias palabras podrían "parecer una locura". Pero ha habido poca evidencia hasta ahora de dimensiones más allá de la nuestra.
Preguntado sobre tales teorías Peter Gorham, el profesor de física de la Universidad de Hawaai citado en el artículo de New Scientist, dijo que la investigación de la NASA "no tenía nada que ver con el desarrollo de la idea del universo paralelo".
"Desafortunadamente el periodismo sobre esto no ha distinguido muy bien entre nuestro trabajo experimental que identificó algunas anomalías en los datos, y la teoría propuesta por algunos físicos que no forman parte de nuestra colaboración", dijo el profesor Gorham a The Independent.
"Si bien no me opongo a la libre especulación con respecto a las anomalías que hemos observado, nuestra propia opinión es que es más probable que sean explicables en términos de la física aunque probablemente sea mucho menos exótica", remató Gorham.
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