Lo de Topo Chico no fue un motín sino un asesinato, afirman las autoridades mexicanas

El objetivo del ataque fue Javier Orlando Galindo Puente, alias “El Maruchan”, quien fungía como líder del Cártel del Noroeste dentro de la cárcel. También murieron Edelmiro Guadalupe Gaspar González Rubio y Jesús Ledezma Ramírez.

El control policiaco en la cárcel de Topo Chico, tras la muerte de tres personas.
El control policiaco en la cárcel de Topo Chico, tras la muerte de tres personas.
Imagen JULIO CESAR AGUILAR FUENTES/AFP/Getty Images


La muerte de tres reos al interior de la cárcel de Topo Chico, en Nuevo León (norte de México) no fue un motín, como inicialmente se daba cuenta, sino un asesinato perpetrado por miembros de grupos criminales dentro de la misma prisión.

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Manuel González, el secretario de gobierno de Nuevo León, señaló en conferencia de prensa que lo ocurrido en febrero de este año que dejó como saldo 49 muertos sí fue un motín, no así lo de la noche del miércoles.

El objetivo del ataque fue Javier Orlando Galindo Puente, alias “El Maruchan”, quien fungía como líder del Cártel del Noroeste dentro de la cárcel. También murieron Edelmiro Guadalupe Gaspar González Rubio y Jesús Ledezma Ramírez.

La salida del vehículo del Servicio Médico Forense de la cárcel de Topo Chico.
La salida del vehículo del Servicio Médico Forense de la cárcel de Topo Chico.
Imagen Notimex-Juan Carlos Pérez


El asesinato de Galindo fue perpetrado, según el funcionario de Nuevo León, por miembros de su propio grupo delictivo, debido a que no alcanzó los montos de las cuotas fijadas.

El secretario de Gobierno aseguró que después del motín de febrero, el gobierno tomó el control de todas las cárceles de Nuevo León, con lo que puso fin a “un gran negocio dentro del penal que tiene que ver con la extorsión, las amenazas y no solo eso, sino el cobro de cualquier acción dentro del penal”.

En conferencia de prensa los funcionarios Manuel González, Roberto Flores Treviño, y Cuauhtémoc Antúnez Pérez.
En conferencia de prensa los funcionarios Manuel González, Roberto Flores Treviño, y Cuauhtémoc Antúnez Pérez.
Imagen Notimex-Juan Carlos Pérez


Las bandas delictivas dentro de la prisión, explica el funcionario, financian las actividades delictivas de los criminales que permanecen libres. Por ello, al no estar satisfechos con el dinero que reunía “El Maruchan”, ordenaron su asesinato.

González agregó que, debido a que la entidad no cuenta con recursos para construir otra prisión, van a trabajar en redelimitar las áreas dentro de Topo Chico, que les posibiliten un mayor control de todos los presos.

La idea será dividir las áreas entre internos de menor o mayor peligrosidad, de la tercera edad y para aquellos que todavía se encuentran sin sentencia.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) aseguró en su informe de prisiones elaborado en 2015 que hay hacinamiento en la prisión de Topo Chico, albergando a 4,176 reos cuando tiene capacidad para 3,635.