Las imágenes de los últimos fotógrafos de muertos de Bolivia
Julio Cordero Benavides, un jubilado boliviano, ha dedicado toda su vida a hacer retratos y a preservar el legado de otros dos fotógrafos: su padre, Julio Cordero Ordóñez, y su abuelo, Julio Cordero Castillo. Todos ellos cultivaron una costumbre que estuvo en auge desde mediados del siglo XIX hasta principios del XX: la de retratar a muertos como último recuerdo para sus familias. Estas son algunas instantáneas de su archivo personal.
Retrato postmortem de 1915. Fotografía de Julio Cordero Castillo.
Archivo Cordero
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Un grupo de deudos vela el cuerpo de su familiar (1920). Fotografía de Julio Cordero Castillo.
Archivo Cordero
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Paredón de fusilamiento (1938). Fotografía de Julio Cordero Ordóñez.
Archivo Cordero.
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Celebración de un cabo de año, como se le llama al fin del luto por la muerte de alguien (1915). Fotografía de Julio Cordero Castillo.
Archivo Cordero.
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'Niña de Guatemala' (1920). Fotografía de Julio Cordero Castillo.
Archivo Cordero
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El archivo de los Cordero no solo tiene fotos relacionadas con la muerte. En esta, se ve a un ladrón que se disfrazaba de mujer para robar (1930). Fotografía de Julio Cordero para el Archivo Policial de La Paz.
Archivo Cordero.
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Durante años, el abuelo y el padre de Julio Cordero retrataron a enanos y a gigantes, a delincuentes y a prostitutas, a grandes personalidades que vestían trajes inmaculados y a campesinos con las sandalias mal costuradas y ropajes viejos. En esta imagen, el gigante Camacho (1935). Fotografía de Julio Cordero Castillo.
Archivo Cordero
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Las tres generaciones de fotógrafos: Julio Cordero Benavides (izquierda), Julio Cordero Castillo (centro) y Julio Cordero Ordóñez (derecha).