Se vieron una sola vez y fue para tener sexo, pero ella acabó tras los barrotes de una prisión. Una joven escocesa, que se hacía llamar en internet Sophia Belle, quedó con un joven en un hotel en Orlando, Florida. Lo que ella imaginó que iba a ser un trabajo más de su profesión como prostituta fue, en realidad, el que la llevó a la cárcel y a tener que entregar su pasaporte a las autoridades para no poder abandonar el país.
Él le pagó $480 por sexo y ella fue a la cárcel al descubrirse que el cliente solo tenía 14 años
Una joven escocesa fue arrestada en Orlando, Florida, luego que un padre descubriera que su hijo menor había buscado una prostituta en internet. El juez le ha retirado el pasaporte para que no pueda huir del país.


Belle, que en realidad se llama Sarah Louis McGill, se anunciaba en una página de internet conocida por ser donde numerosas 'escorts' ofrecen sus servicios. La joven, de 28 años, comenzó a escribirse la pasada semana con alguien que estaba interesado en contratar sus servicios. Luego de varios mensajes, decidieron encontrarse el sábado en persona, en un hotel del Downtown en Orlando, Florida.
Todo ocurrió como habían planeado y se encontraron por primera vez en el ascensor del hotel. Ella lo llevó a una habitación del cuarto piso, donde mantuvieron relaciones sexuales y, cuando terminaron, el cliente pagó: 480 dólares en billetes de 20 y 50, según el documento policial del arresto al que tuvo acceso el canal West2.
En ese momento ella no sabía aún que acabaría en la cárcel. Al poco de que el joven se marchó, agentes entraron por ella en el hotel y acabaron arrestándola. El padre de ese cliente había descubierto que su hijo había pagado por tener sexo, pero el problema no era ese, ni la elevada cantidad. El joven era menor de edad: solo tenía 14 años.
Los oficiales encontraron a la joven en la habitación -con otro hombre- así como envoltorios de condones, dinero, preservativos sin usar y las llaves de un vehículo. La mujer fue acusada de agresión sexual. En su defensa, ella alegó que siempre pensó que su cliente era mayor de edad.
McGill fue llevada ante un juez por primera vez el lunes y salió libre tras el pago de una fianza. Además, el juez estableció que no podía publicitarse en ninguna página de internet, tenía que mantenerse alejada del menor y debía entregar de su pasaporte para impedir que pueda volver a Reino Unido.
Según sus perfiles en las redes sociales, McGill se define como una profesional hipnoterapeuta clínica y posee su propio negocio en Edimburgo, Escocia.








