El policía anglosajón que mató este viernes a un joven afroamericano desarmado durante un robo en Texas , disparó su pistola en cuatro ocasiones, según informó este domingo el Departamento de Policía de Arlington, al que pertenece el agente.

El policía anglosajón que mató este viernes a un joven afroamericano desarmado durante un robo en Texas , disparó su pistola en cuatro ocasiones, según informó este domingo el Departamento de Policía de Arlington, al que pertenece el agente.

Los hechos ocurrieron este viernes cuando el joven Christopher Taylor, de 19 años, irrumpió en un concesionario de vehículos de Arlington, localidad cercana a Dallas, por lo que la empresa de seguridad privada contratada por el negocio alertó a la Policía.
Johnson solicitó al Buró Federal de Investigaciones (FBI, en inglés) asistencia en la investigación de los hechos y prometió que "habrá consecuencias" en caso de que se demuestre que la actuación de Miller "no fue justificada o no se ajustó a la ley".
"Tan importante como la investigación en sí, es reconocer que estos hechos no son un caso aislado y suceden en un momento en el que nuestra nación enfrenta problemáticas como la injusticia social, las desigualdades, el racismo y las malas prácticas policiales", agregó el jefe policial.
Taylor formaba parte del equipo de fútbol americano de la Universidad Estatal de Angelo y su caso llega en pleno cuestionamiento de las fuerzas de seguridad en Estados Unidos, tras la muerte de varias personas negras a manos de la Policía.
El caso que encendió la mecha fue el del joven Michael Brown, hoy hace un año, en Ferguson (Misuri), una muerte que desató violentas protestas y reavivó las tensiones raciales en el país.
Según una investigación del periódico The Washington Post, 24 afroamericanos desarmados han muerto a manos de la Policía estadounidense desde que empezó 2015, casi la mitad de los 60 casos que se han registrado en total en el país.