Jeremy Poou-Cáceres, de 2 años, perdió la vida luego de haber sido impactado de bala al desatarse un tiroteo entre dos grupos, el pasado jueves en Langley Park, Maryland. “No sé qué sentir ahorita, se me han secado las lágrimas, no es que no estemos tristes, sino que no llegamos a entender la manera tan brusca en la que el niño perdió la vida”, afirma Rosa, madre del pequeño. La familia de la víctima está realizando una colecta para los gastos del funeral.