TAMPA, Florida.- Una redada sin precedentes en Florida dejó 1,120 personas arrestadas en menos de una semana, marcando el mayor operativo migratorio en un solo estado desde la creación del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas ( ICE) en 2003. La operación, bautizada como “Ola Gigante”, fue ejecutada por agencias federales, estatales y locales, y simboliza la creciente colaboración de las autoridades estatales con la política migratoria del expresidente Donald Trump.
“Esto es solo el comienzo”: redada migratoria en Florida deja récord de 1,100 detenidos en una semana
Florida lidera la cooperación con ICE mediante acuerdos que permiten a policías locales detener inmigrantes. Activistas denuncian abusos, miedo y detenciones injustas en comunidades migrantes.

El gobernador de Florida, Ron DeSantis, acompañó a funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional en una rueda de prensa para promocionar los arrestos. “Continuaremos participando en amplios esfuerzos de aplicación interior. Esto es solo el comienzo”, declaró.
La redada se dio en el marco de una acelerada expansión del programa 287(g), un acuerdo entre ICE y fuerzas del orden locales que permite a estas últimas aplicar leyes migratorias. Mientras que en diciembre pasado existían 135 acuerdos en 21 estados, hoy suman 517 en 38 estados, con otras 74 agencias pendientes. Florida lidera con más de 200 jurisdicciones involucradas, incluidos los 67 condados del estado.
Texas, aliado cercano de Trump, ha firmado 76 acuerdos, entre ellos uno con su Guardia Nacional. Otros estados como Georgia y Carolina del Norte también se han sumado, aunque ninguno iguala el nivel de participación de Florida. Algunas de las agencias involucradas poco tienen que ver con migración, como el Departamento de Lotería y la Comisión de Pesca y Vida Silvestre.
Activistas y defensores de derechos migrantes han criticado duramente la expansión de estos acuerdos. Katie Blankenship, abogada y cofundadora de Sanctuary of the South, alertó que se están “encontrando métodos para aterrorizar a las comunidades”, y señaló que los agentes locales no están capacitados para tratar con inmigrantes “de manera justa”.
De acuerdo con ICE, entre los detenidos hay personas con órdenes definitivas de deportación, antecedentes penales y supuestos vínculos con pandillas como MS-13 y el Tren de Aragua. Sin embargo, organizaciones en defensa de los migrantes denuncian que muchos de los arrestados fueron detenidos tras controles de tráfico o a la salida del trabajo, sin historial criminal, y algunos incluso con solicitudes de asilo pendientes o permisos de trabajo.
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Jessica Ramírez, coordinadora de la Asociación de Trabajadores Agrícolas de Florida, afirmó que “la gente tiene muchísimo miedo de salir y manejar, miedo a la policía”. En su mayoría, los arrestados eran hombres de origen guatemalteco (437) y mexicano (280).
Uno de los casos que ha generado conmoción es el de “Chica”, una joven guatemalteca de 25 años cuyo compañero y padre de su hijo de tres meses fue detenido cuando se dirigía a trabajar. “Me da miedo que lo deporten y yo me quede aquí sin la ayuda de nadie”, expresó entre lágrimas.
Pese a las críticas, autoridades como Grady Judd, jefe policial del condado de Polk, consideran que estas acciones son apenas una “gota en el océano”. “Estamos ansiosos por cooperar con ellos. Pero es un sistema del gobierno federal que no está cambiando muy rápido”, afirmó.












