Niños detenidos por ICE que no duermen, no comen y no beben agua: Trump reabrió centros para familias y ellos se sienten en "una prisión"

Decenas de testimonios de padres y niños describen las condiciones de detención en un centro de familias que había sido cerrado durante el gobierno de Biden y que el presidente Trump decidió reabrir. Sin agua potable, separados de sus padres y sin acceso a actividades recreativas o educativas de calidad, hay niños que describen a sus hermanos deprimidos o que lloran toda la noche, y que sólo piden volver a casa.

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Las condiciones de detención para las familias migrantes con niños en Estados Unidos "han empeorado". En marzo, el gobierno de Donald Trump decidió reabrir espacios como el Centro Residencial Familiar del sur de Texas, en Dilley, y desde entonces distintas organizaciones han recabado decenas de testimonios de menores encerrados por semanas o meses con sus padres en este lugar que sienten como "una prisión".

El Centro para Derechos Humanos y la Constitución es una de las organizaciones que ha visitado Dilley, como se conoce comúnmente a esta cuestionada instalación formada por carpas, que depende del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y que está operada por la contratista de cárceles privadas, Core Civic.

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El director ejecutivo de esta organización, Sergio Pérez, cuenta a Univision Noticias que en las entrevistas han hallado a niños que no duermen, porque las luces del centro permanecen encendidas 24 horas y los radios de los funcionarios no paran de sonar; que no tienen acceso a comida de calidad o a agua potable, y la embotellada deben pagarla. Hay niños con problemas médicos, que van desde autismo a leucemia, y que no tienen servicios especiales para su atención.

"Estas familias, que vienen a los Estados Unidos porque son refugiados de sitios muy peligrosos y difíciles, se están sometiendo a un trauma severo", reclama Pérez. Habla de padres con niños que antes de llegar a Dilley, por ejemplo, estuvieron encerrados por días en oficinas de aeropuertos; de padres presionados para autodeportarse o sometidos a condiciones tan extremas en Dilley que se ven forzados a entregar a sus hijos a familiares en Estados Unidos para evitarles la sensación de estar en una prisión.

"Puede ser que entren a Estados Unidos a ser parte de nuestras comunidades. Vamos a tener una generación de niños dañados por estas experiencias, en violación de nuestra Constitución", reclama.

Univision Noticias revisó casi 60 testimonios recabados por estas organizaciones. Son parte de los documentos que respaldan la pelea en corte por la permanencia del Acuerdo Flores, que desde 1997 ha establecido requisitos mínimos para la protección de los menores en custodia del gobierno, como buena alimentación, educación, recreación y tiempos de permanencia encerrados. Es el mismo que el gobierno de Trump quiso eliminar recientemente.

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Se consultó a ICE sobre las condiciones de detención en este centro y la vigilancia que ejerce la agencia para garantizar las condiciones mínimas del Acuerdo Flores. No respondieron.

Estos son algunos testimonios de niños y padres sobre las condiciones en Dilley:

Si quieres contactar a la autora de esta historia, puedes hacerlo a través del correo pclarembaux@televisaunivision.com