WASHINGTON, DC.- La crisis generada por el cierre del gobierno federal en Washington alcanzó un punto crítico este sábado, con impactos directos en la alimentación y la atención médica de millones de estadounidenses. Mientras las negociaciones entre legisladores permanecen estancadas, el país enfrenta retrasos en la entrega de asistencia alimentaria y aumentos inminentes en los costos de seguros médicos, al tiempo que los trabajadores federales cumplen un mes sin recibir su salario.
¿Qué pasa si el gobierno sigue cerrado? Un mes de retrasos en comida, servicios y pagos
Un mes sin pago afecta a empleados federales y provoca desgaste en servicios críticos como la asistencia alimentaria, salud y el control aéreo.

El programa de Asistencia Nutricional Suplementaria ( SNAP), del cual depende aproximadamente uno de cada ocho estadounidenses, estuvo a punto de ver suspendidos sus pagos a partir del sábado, luego de que la administración de Donald Trump intentara congelar temporalmente los desembolsos. Sin embargo, dos jueces federales frenaron esa decisión y ordenaron garantizar los fondos. Aun así, persiste la incertidumbre respecto al uso del fondo de contingencia de 5.000 millones de dólares del Departamento de Agricultura ( USDA) y a si los beneficios se otorgarán completos durante el mes.
En muchos estados, la transferencia de beneficios SNAP puede tardar una semana o más, lo que deja a las familias vulnerables ante retrasos inevitables. El programa tiene un costo mensual aproximado de $8,000 millones.
Tras el fallo judicial, el líder demócrata de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, pidió a la administración actuar de inmediato y coordinar con los estados la distribución de recursos. En respuesta, el presidente de la Cámara, el republicano Mike Johnson, atribuyó la situación a los demócratas, asegurando que han votado 14 veces en contra de proyectos temporales de financiamiento federal.
Notas Relacionadas
El segundo cierre de gobierno más largo en la historia de EE.UU.
El cierre gubernamental, que ya es el segundo más largo registrado en la historia del país, muestra poca señal de avance en las negociaciones.
La Cámara de Representantes no ha sesionado para asuntos legislativos en más de seis semanas, mientras el Senado cerró actividades por el fin de semana sin acuerdos tras conversaciones bipartidistas infructuosas. El líder republicano en el Senado, John Thune, afirmó que la presión pública podría aumentar y obligar a nuevas conversaciones.
Al mismo tiempo, el inicio del periodo de inscripción para el seguro médico bajo la Ley de Cuidado de Salud Asequible ( ACA) coincide con la expiración próxima de créditos fiscales ampliados que garantizan el acceso asequible a la cobertura. Si el Congreso no actúa, los inscritos subsidiados podrían enfrentar un incremento promedio de 114% en los costos, equivalente a más de $1,000 al año.
Notas Relacionadas
En estados como Wisconsin, los aumentos anuales podrían oscilar entre $12,500 y $24,500, dependiendo del plan y la ubicación. La senadora demócrata Patty Murray advirtió sobre el impacto financiero, señalando que familias enfrentan primas adicionales de hasta $2,000 mensuales.
Mientras tanto, los trabajadores federales acumulan un mes sin recibir un cheque de pago completo, lo que ha provocado cansancio y presión financiera en áreas como el control aéreo. El sindicato de controladores de tráfico aéreo alertó que la tensión económica y emocional afecta la seguridad en los aeropuertos, al tiempo que se reportan retrasos y menor disponibilidad de personal.
El presidente Trump presionó a los senadores republicanos para modificar las reglas del Senado y aprobar el financiamiento sin votos demócratas, propuesta que fue rechazada por los líderes de su partido. Por ahora, no hay señales claras de un acuerdo para reabrir el gobierno.


























