Jóvenes reclutados por el crimen organizado cruzan la frontera para robar vehículos en el sur de Texas y llevarlos a México, donde son transformados en vehículos blindados llamados 'monstruos', usados por grupos criminales y los carteles de la droga. Guadalupe Martínez, uno de los afectados, cuenta cómo le robaron su auto en la puerta de su negocio en cuestión de segundos.
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