La caída del 'Profeta': el líder mormón que le ofreció matrimonio a su hija de 14 años por unos Doritos
El Buró Federal de Investigaciones (FBI) exhibió un avance de sus indagatorias en torno al líder de una pequeña iglesia polígama con sede en Arizona, al que acusa de tener más de 20 esposas, incluyendo una niña de solo 9 años y su propia hija de 14.
A esta última le habría ofrecido matrimonio a cambio de una bolsa de Doritos, 50 dólares y el auto que ella eligiera, de acuerdo con una declaración jurada de dicha agencia policial.
Samuel Bateman, de 46 años, está al frente de una congregación que formó tras su salida de la iglesia mormona Fundamentalista de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (FLDS), cuyo líder Warren Jeffs cumple una sentencia a cadena perpetua por abusar de dos adolescentes con las que se casó.
Bateman, el autoproclamado ‘Profeta’ de la FLDS, fue arrestado en Arizona el pasado 28 de agosto luego del hallazgo de tres menores, de entre 11 y 14 años, dentro del remolque que jalaba el vehículo que él conducía. Salió libre tras pagar una fianza, pero fue detenido nuevamente por agentes del FBI, que registraron su casa en Colorado City en busca de evidencia que indicara que las niñas estaban siendo transportados de un estado a otro para realizar actos sexuales ilícitos.
Al entrevistar a su hija y otros testigos, los oficiales federales encontraron “causa probable” de que Bateman y sus cómplices transportaron a menores entre Arizona, Utah, Nevada y Nebraska para participar en una conducta sexual ilícita entre mayo de 2020 y noviembre de 2021, y que el pastor luego destruyó pruebas para tratar de evitar que lo enjuiciaran por ello, de acuerdo con el FBI.
El ministro mormón inicialmente no enfrentaba cargos federales por abuso sexual de menores.
Dawn A. Martin, agente del FBI, señala en una declaración jurada que fue presentada el viernes ante una corte que Bateman se inició en la poligamia en 2019, cuando se autoproclamó ‘Profeta’ de la FLDS, estaba casado con una sola mujer y su hija tenía 14 años.
En ese entonces, en un viaje por carretera, le dijo a su hija que sentía que ella también era su esposa y que tendrían un hijo si confirmaba sus sentimientos eran los correctos. En una parada de descanso en la autopista, le dio a ella una bolsa de Doritos, 50 dólares y le preguntó qué tipo de carro le gustaría tener, algo que el FBI considera un “soborno” para convencerla y cometer un abuso sexual.
También le dio un beso “desagradable” y le describió cómo la embarazaría, asegura Martin.
Cuando Bateman le comentó a su esposa que quería casarse con su hija, ella lo dejó y obtuvo una orden de restricción en su contra. Eso no evitó que el pastor le siguiera haciendo insinuaciones sexuales.
A partir de allí, el líder de la FLDS comenzó a sumar seguidores y esposas, la mayoría de solo 15 años.
“Todo es por amor”
El FBI también contactó a una pareja que ayudó a miembros de la iglesia y que grababa un documental. Tras ganarse la confianza de Bateman, los visitó en su casa cerca de la frontera entre Arizona y Utah, a finales de 2020. Llegó en una camioneta llena de mujeres y niñas, a las que presentó como sus esposas. Una de ellas tendría solo 9 años, señala el documento judicial.
La pareja también entregó a los investigadores federales una grabación de 2021 en la que Bateman relata un incidente conocido como "la expiación", en el que el pastor dice que Dios le pidió que le diera lo más preciado que tenía, “la virtud de sus niñas”, a sus seguidores para que las abusaran. Se refería a la virginidad de tres de sus esposas, una de las cuales tenía 12 años.
Mientras sus fieles, a los que llamó “malvados bastardos”, violaron a las menores, otros observaron, según la declaración jurada, que primero fue publicada por el diario Salt Lake Tribune.
“ Dios arreglará sus cuerpos y les volverá a poner la membrana en el cuerpo”, dijo Bateman. “Nunca he tenido más confianza en hacer su voluntad. Todo es por amor”.
A decir del líder mormón, las niñas habían “sacrificado su virtud por el Señor” y les pidió que dijeran que no habían pecado. Llorando, ellas expresaron que les dolía, pero no había hecho nada malo.
“Es un privilegio lastimar a alguien más para que pueda levantarse”, dijeron las menores, según parte de la transcripción del auto descrita por el FBI.
Enfrenta hasta 60 años de cárcel
Tras el arresto de Bateman, su vivienda fue registrada para tratar de encontrar computadoras, “ropa interior tipo lencería que pudiera ser usada por menores” y evidencia sobe fuentes de ingresos usadas para organizar viajes de matrimonios con menores o para tener relaciones sexuales con niñas, según el diario Salt Lake Tribune.
Las autoridades también buscaron pruebas “sobre los seguidores adultos de Bateman que se casaron, tuvieron relaciones sexuales o asociaciones similares” con menores. Se enfocaron, además, en indicios de trituración de registros o destrucción de documentos digitales.
El fiscal federal Patrick Schneider dijo que este líder religioso ordenó a algunos de sus fieles que borraran de su celular mensajes de texto que estaban en la aplicación encriptada Signal.
También les habría pedido a todas las mujeres y niñas de su iglesia que obtuvieran pasaportes.
“La acusación formal alega además que Bateman lo hizo para obstruir, influir e impedir una investigación y enjuiciamiento en un tribunal federal”, menciona un comunicado del Distrito de Arizona del Departamento de Justicia.
Le imputaron tres cargos federales: destrucción de registros o intento de destruir registros en un procedimiento oficial; manipulación o intento de manipulación de un procedimiento oficial; y destrucción de registros en una investigación federal.
Si es declarado culpable de esos delitos podría ser condenado a 60 años de prisión.
En septiembre, el Departamento de Servicios Infantiles de Arizona tomó la custodia de nueve niñas que estaban en la casa de Bateman. Ocho de ellos desaparecieron dos meses después de los hogares donde estaban y la policía las encontró en un automóvil conducido por una de las esposas de Bateman, cuando salían de una vivienda alquilada en Airbnb.
Los seguidores de este pastor confían en su inocencia y escuchan atentos sus sermones desde la cárcel.
El abogado de Bateman, Adam Zickerman, criticó que el caso federal se trata en lo que él considera una persecución religiosa y negó que su cliente represente un peligro para la sociedad.