SAN JOSÉ, California. – Una gran parte del norte de California se encuentra bajo un pronóstico de tormentas eléctricas secas producidas por una humedad de monzón que avanzan por la región, aumentando el riesgo de incendios forestales en medio de las altas temperaturas y la sequía por la que atraviesa el estado.
Tormentas eléctricas secas: ¿cómo ocurren y por qué son un gran riesgo de incendios en California?
El término “relámpagos secos” se utiliza principalmente entre las brigadas de bomberos y meteorólogos para describir tormentas eléctricas que poca o nula precipitación.

El término “relámpagos secos” se utiliza principalmente entre las brigadas de bomberos y meteorólogos para describir tormentas eléctricas que poca o nula precipitación. Cuando se combina con vegetación seca, entre más “seca” sea la tormenta más posibilidades tiene de provocar incendios forestales cuando los relámpagos tocan tierra.
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés) detalla que la cantidad de lluvia que estas tormentas producen es tan mínima que resulta insuficiente para traer niveles de humedad a la tierra que permitan mitigar los fuegos.
En la mayoría de las ocasiones, esas precipitaciones se producen justo debajo de las nubes, pero la atmósfera debajo de ellas hace que se evaporen antes de tocar suelo.
La vegetación seca, baja humedad y relámpagos que tocan tierra son la combinación perfecta para los incendios forestas. Además, cuando no hay lluvia capaz de sofocar las primeras llamas, la propagación del fuego suele ser mucho más rápida.
Riesgo elevado de incendios forestales
Durante agosto de 2020, una tormenta seca provocó la repentina aparición de 560 incendios en la Bahía de San Francisco, muchos de los cuales eventualmente se consolidaron para formar uno de los complejos de incendios más grandes en la historia de California.
En esa ocasión, el NWS documentó que al menos unos 12,000 relámpagos se produjeron durante la tormenta.
La página Tiempo.com explica que las consecuencias de un incendio dependen de varios factores. El primero de ellos son las condiciones meteorológicas, es decir, si la tormenta viene acompañada de humedades bajas y fuerte viento o si por el contrario viene acompañada de precipitación.
También los factores geográficos, como por ejemplo la facilidad de acceso a la zona de origen del incendio o el estado del terreno previo a la descarga eléctrica. Por último, el factor humano o la rapidez en la que intervienen.
Todos ellos determinan en buena medida la importancia de los incendios provocados por este tipo de tormentas.
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