Hispana detenida en operativo de la Patrulla Fronteriza en NC relata lo que vivió bajo custodia

Fátima Issela Velásquez volvió a abrazar a sus tíos, la única familia que le queda, después de pasar más de un mes detenida en Georgia. Fue arrestada durante los operativos de la Patrulla Fronteriza que dejaron cientos de detenidos en Carolina del Norte a pesar de tener un caso de asilo pendiente y un permiso de trabajo vigente.

Video “A uno de mis compañeros le pegaron”: Fátima Velázquez relata cómo fue estar bajo custodia federal

RALEIGH, Carolina del Norte.- Fátima Issela Velásquez volvió a casa a tiempo para pasar Navidad y Año Nuevo con la familia, la única que le queda, en Carolina del Norte después de pasar más de un mes bajo custodia federal. La joven de 23 años dio una entrevista a Univision sobre lo que vivió desde su arresto.

La joven de origen hondureño fue detenida el 18 de noviembre en la construcción en la que estaba trabajando. En ese entonces, su familia describió que pasaron varios días sin saber de ella.

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Todos esos días que no podía comunicarme con mi familia, yo lloraba. Cuando llegué a la detención tenía los ojos hinchados”, dijo Fátima en entrevista con Alberth Ocanto, de Univision 40.

La joven fue trasladada más de 500 millas de donde fue detenida hasta un centro de detención de ICE en Lumpkin, Georgia.

De acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional, más de 425 personas fueron detenidas durante estos operativos Carolina del Norte, muchos de ellos fueron llevados al mismo centro al que enviaron a Fátima.

Fátima afirma que en el centro se sintió “como criminal”

Durante el tiempo que estuvo detenida por autoridades federales, Fátima describió que se sintió señalada.

“Me sentía como si fuera una criminal, como si hubiera hecho algo malo, cuando lo único que hicimos fue buscar una mejor vida”, explicó en la entrevista.

Además del señalamiento, también vivía con el miedo a ser deportada a Honduras.

“Pensaba mucho en lo que le pasó a mi papá. Tenía miedo de que me regresaran a mi país, porque no tengo a nadie allá. No tengo a mi mamá, no tengo a mi papá. Toda mi familia está aquí”, dijo Fátima.

La joven entró a Estados Unidos como una menor no acompañada a los 14 años. Al ingresar al país declaró que huía de Honduras luego de que su mamá muriera a causa del cáncer y su padre fuera presuntamente asesinado por la violencia de las pandillas.

Fátima dice que constantemente pensaba en lo que podía pasar si regresaba a su país natal.

“Si yo llego allá y esa gente me busca, me van a matar”, afirmó.

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Comenzó a pensar que “no iba a salir”

Conforme pasaron los días, pensó que no saldría pronto.

Pensaba que no iba a salir, que no iba a estar con mi familia en Navidad ni en Año Nuevo, que me iba a quedar hasta el otro año. Eso me ponía muy triste”, describió en la entrevista.

Sin embargo, dos días antes de Navidad fue liberada.

El 24 de diciembre llegó al Aeropuerto Internacional Raleigh-Durham.

“Cuando iba bajando del avión, me puse a llorar. Para mí era algo irreal”, recordó.

El reencuentro con su familia fue inmediato.

“Mi tío me dijo: ‘No llores, ya estás en casa’. Y me puse a llorar más. Lo único que hice fue abrazarlo y decirle que ya quería llegar a casa para ver a mi familia”, contó.

Ahora, Fátima continuará su proceso de asilo. En los próximos días tendrá una reunión con su defensa legal y una audiencia en una corte en Virginia, donde se definirá el futuro de su caso.

Fátima agradeció el apoyo de la comunidad durante su detención en la que muchas personas estuvieron pendientes de ella y oraron para que pudiera regresar a casa.

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