Aumento del nivel del mar pone en peligro miles de instalaciones ¿qué riesgo hay en Tampa Bay?

El aumento del nivel del mar podría inundar instalaciones peligrosas antes de 2050 y afectar a comunidades vulnerables. Tampa Bay es una de las regiones de Florida con mayor riesgo por su geografía y la presencia de sitios industriales.

Video Partes de la Florida podrían desaparecer por el calentamiento global

TAMPA BAY, Florida — A la sombra de las mareas silenciosas crece una amenaza inquietante para esta región costera: un estudio reciente advierte que miles de sitios peligrosos en Estados Unidos podrían quedar inundados a medida que sube el nivel del mar.

La Bahía de Tampa, un lugar lleno de historia, playas y comunidades hispanas, podría encontrarse entre las zonas más vulnerables.

PUBLICIDAD

La investigación, publicada en la revista Nature Communications, identificó cerca de 5,500 instalaciones que almacenan o manipulan aguas residuales, combustibles fósiles, desechos tóxicos o químicos industriales, y que corren riesgo de quedar bajo el agua hacia el año 2100 si no se frena la contaminación por gases de efecto invernadero.

Más de la mitad de esos sitios podrían ya enfrentar inundaciones tan pronto como en 2050, señalan los autores del estudio.

🔗 Únete a nuestro canal de Whatsapp; entra aquí para estar al tanto de las últimas noticias e historias de tu comunidad.

El estudio “Sea level rise and flooding of hazardous sites in marginalized communities across the United States”, analizó 47,646 instalaciones peligrosas ubicadas en zonas costeras del país y concluyó que, bajo un escenario de altas emisiones, alrededor de 5,500 podrían enfrentar inundaciones severas hacia 2100.

Estas instalaciones incluyen plantas de energía, refinerías, puertos de combustibles fósiles y plantas de tratamiento de aguas residuales; muchas de ellas forman parte de la infraestructura crítica que sostiene a comunidades enteras . Más de la mitad de estos sitios podría empezar a sufrir riesgos mucho antes, hacia 2050, debido a la aceleración del aumento del nivel del mar.

Ven desigualdad en comunidades cerca de zonas inundables

El estudio también encontró que la exposición al riesgo no es equitativa. Las comunidades que viven a menos de un kilómetro de los sitios con mayor probabilidad de inundación tienden a presentar condiciones de vulnerabilidad social: hogares con bajos ingresos, residentes hispanos, familias sin acceso a vehículo y niveles más altos de aislamiento lingüístico.

PUBLICIDAD

La investigación calculó que, cuando una comunidad presenta un incremento de una desviación estándar en cualquiera de estos factores , la probabilidad de tener un sitio peligroso inundable cerca aumenta entre 19% y 41%. Para los investigadores, esto confirma que el riesgo climático se superpone con desigualdades históricas.

En cuanto a los sectores más vulnerables, el estudio detalla que aproximadament e 22% de las plantas de tratamiento de aguas residuales costeras, 24% de las refinerías y más del 40% de los puertos y terminales de combustibles fósiles podrían quedar inundados bajo un escenario extremo de ascenso del nivel del mar.

Los autores advierten que estos cálculos podrían incluso quedarse cortos, pues no consideraron riesgos adicionales altamente probables, como tormentas más intensas, marejadas ciclónicas más frecuentes o el afloramiento de aguas subterráneas, fenómenos que históricamente han provocado derrames tóxicos en eventos como los huracanes Katrina, Rita y Harvey.

Los investigadores subrayan que existe una oportunidad para reducir parte del riesgo si se logra disminuir las emisiones globales: bajo un escenario más moderado, el número de sitios en peligro se reduciría en unas 300 instalaciones para 2100.

Sin embargo, advierten que las autoridades deben empezar a actuar desde ahora. La combinación de sitios industriales peligrosos, infraestructura envejecida y un ascenso del mar ya en marcha crea un escenario en el que la adaptación —desde reforzar muros costeros hasta rediseñar drenajes, actualizar plantas y planear reubicaciones estratégicas— será indispensable para proteger tanto a las comunidades como a los ecosistemas costeros.

¿Qué pasa con Tampa?

Tampa no es ajena a los peligros hidrológicos. Un reporte reciente del Ayuntamiento considera que, además de la subida gradual del mar, eventos de lluvia extrema y marejadas ciclónicas representan riesgos persistentes para la ciudad. El terreno plano, sumado a cuencas internas propensas a inundarse, hace que incluso zonas lejos de la costa queden en peligro cuando llueve o cuando sube el nivel del mar.

PUBLICIDAD

Un análisis dirigido por Applied Sciences determinó que algunas de las salidas de agua (stormwater outfalls) más críticas en Tampa están precisamente en áreas costeras de alto riesgo. Además, el último informe de vulnerabilidad de la ciudad advierte que muchas infraestructuras municipales, como estaciones de bombeo de aguas negras, podrían quedar bajo agua si no hay mejoras.

Según estudios geográficos, algunos barrios de la Bahía de Tampa son especialmente susceptibles al ascenso del nivel del mar. En particular, se han citado zonas cercanas a Port Tampa y Greater Palm River Point como especialmente vulnerables: no solo por propiedades residenciales, sino por instalaciones industriales y de servicios urbanos.

La topografía de la bahía agrava el problema. Su forma actúa como un “embudo” natural para la marejada ciclónica durante tormentas intensas, lo que puede elevar drásticamente el nivel del agua. Esto significa que cuando llega una tormenta fuerte, el agua se acumula y tiene menos salida, aumentando el riesgo de inundación.

Si esas instalaciones peligrosas se inundan, las consecuencias sanitarias podrían ser severas. Según los investigadores, el agua contaminada podría transportar bacterias como E. coli, metales pesados u otros químicos dañinos. Las personas que viven cerca de esos sitios podrían sufrir diarrea, problemas respiratorios, fatiga o incluso efectos más severos a largo plazo, como daño a órganos o cáncer.

Para las comunidades más vulnerables, muchas de ellas con bajos ingresos o ya enfrentando otras desigualdades sociales, estas amenazas no solo son abstractas: son reales y pueden empeorar la lucha por sobrevivir en un entorno cada vez más incierto.

PUBLICIDAD

Los autores del estudio instan a gobiernos locales, estatales y federales a tomar medidas urgentes: inversión en infraestructura resistente al clima, elaboración de planes de emergencia para zonas industriales, y una adaptación más ambiciosa para proteger a quienes viven cerca de los puntos más peligrosos.

En Tampa, las autoridades ya han comenzado a actuar: el Departamento de Ingeniería de Aguas Pluviales ha recibido subvenciones para analizar las cuencas afectadas y proponer mejoras; por ejemplo, en la Isla Davis ya se han estudiado estrategias para reforzar el sistema de drenaje.

Este estudio es una llamada de atención para la Bahía de Tampa y sus vecinos: ante la amenaza creciente del cambio climático, lo que está en riesgo no es solo el paisaje costero, sino la salud y la seguridad de las comunidades. Si no se actúa con resolución, muchas de las zonas más queridas de la ciudad podrían transformarse de refugios frente al mar, en zonas peligrosas bajo el agua.

Te podría interesar: