Un estudio de Virginia Tech revela que 28 grandes ciudades de EEUU están hundiéndose, afectando potencialmente a 34 millones de personas. Nueva York, Dallas y Houston, son algunas de las afectadas, esta última con subsidencias de hasta 10 milímetros por año.

El fenómeno en muchos casos es un proceso geológico natural, pero el factor humano, mayormente la extracción de agua subterránea, juega un rol crucial. El hundimiento compromete la estructura de edificios, puentes y carreteras, y aumenta el riesgo de inundaciones.

Las zonas más afectadas incluyen áreas de los Everglades, Cape Coral y Fort Lauderdale, con inundaciones potenciales debido al cambio climático. Miami y Tampa también enfrentarán riesgos por el aumento del nivel del mar, afectando sus costas verdes y áreas cercanas a vías fluviales.

Florida enfrenta graves riesgos por el aumento del nivel del mar, con muchas áreas costeras en peligro de inundación para 2050 debido al cambio climático.

En la Corte Internacional de Justicia de La Haya empezó un proceso histórico que podría disparar otras acciones legales, incluidas demandas de naciones pequeñas afectadas por el cambio climático a los mayores responsables de la polución.
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La urbanización y el cambio climático ponen en riesgo la supervivencia de los ciervos de los Cayos, la subespecie más pequeña de los ciervos de cola blanca; expertos alertan que su hábitat podría desaparecer antes de 2050, obligando a considerar su reubicación en zoológicos.

En hechos distintos pero ambos relacionados con las fuertes olas, se reportó esta semana la muerte de un turista estadounidense, así como la desaparición de un marine procedente de Massachusetts.