RICHMOND, California. – Luego de múltiples intentos fallidos para involucrar a otras agencias, el gobierno municipal de Richmond decidió enterrar en sus costas el cuerpo en descomposición de una ballena que había desatado el enojo de los residentes debido al olor putrefacto que emanaba.
“En realidad apesta”: ante quejas de residentes, Richmond entierra ballena que emanaba un olor putrefacto
Pese a las recomendaciones de la Marina de EEUU de dejar el cadáver intacto, el gobierno municipal de Richmond contrató a una compañía para que enterrara el cuerpo en descomposición de una ballena gris que encalló a unos metros de una zona residencial.

Contratistas equipados con maquinaria pesada llegaron este jueves hasta Point Richmond para excavar el hueco donde ahora reposan los restos del cetáceo, el cual se había convertido en un dolor de cabeza para quienes allí viven.
“La ballena ha creado un problema real porque en realidad apesta, al punto de que si el viento sopla en tu dirección te darán náuseas. Es una ballena muerta y las ballenas muertas apestan”, dijo a KTVU Michael Fallon, residente del lugar.
Los trabajadores contratados por la municipalidad fueron el último recurso de las autoridades para resolver el problema tras recibir numerosas quejas de los residentes. Por 10 días, los concejales y el alcalde intentaron sin éxito recibir ayuda de la marina federal.
De hecho, el Cuerpo de Ingenieros de la Marina de Estados Unidos (USACE, por sus siglas en inglés), la agencia encargada de “mantener los grandes cuerpos de agua libres de desechos”, recomendó en una carta enviada al Concejo municipal que el cuerpo de la ballena “fuera dejado sin perturbarlo para que continuara su proceso de descomposición en ese lugar”.
¿Cómo llegó la ballena hasta Richmond?
El cadáver de la ballena gris adulta fue reportado por primera vez el pasado 4 de abril en una zona costera de la ciudad de Alameda; al día siguiente, los restos fueron llevados por la marea a un canal de navegación cercano.
Un barco de USACE llegó hasta el lugar para asegurar los restos del mamífero, pues representaban un riesgo para las embarcaciones que atraviesan por el canal. Las autoridades decidieron que el mejor lugar para llevarla era a un puerto de Sausalito, pero el pasado 8 de abril determinaron que la colocarían cerca de El Cerrito.
El lugar era un área protegida poco profunda al oeste de El Cerrito, cerca de Brooks Island. La ballena permaneció allí hasta el aproximadamente el 25 de mayo, pero durante el fin de semana del Memorial Day la marea la arrastró hasta Point Richmond.
El USACE les explicó a las autoridades locales que remolcarla hacia otro lugar ya no era viable, pues debido a su avanzado estado de descomposición corría el riesgo de despedazarse en el agua, causando otro problema para la zona.
Pero pese a la recomendación de las autoridades de dejar el cadáver intacto, este miércoles los contratistas de la ciudad realizaron un primer intento para enterrarlo, pero el peso de las máquinas evitó que pudieran maniobrar en la costa. Finalmente, este jueves la ballena gris fue enterrada.
Migración de ballenas por California
Las ballenas grises que suelen muertas en las costas de la bahía de San Francisco suelen pasar los meses de verano en los mares de Bering y Chukchi, para después emigrar hacia las lagunas de criadero en la costa de Baja California, muy cerca de los estados de Sonora y Sinaloa, en México.
Estas especies siguen la ruta de migración más larga que cualquier otro mamífero en el planeta, con un viaje redondo que puede superar los 20,000 km (13,000 millas). La migración de los cetáceos hacia el sur comienza a fines de septiembre o principios de octubre.
Para diciembre, las primeras ballenas pasan frente a las costas de California y su número alcanza el tope para principios de enero, cuando se incrementan los tours para sus avistamientos. Después de su estadía en las lagunas de Baja California, las ballenas comienzan su viaje de regreso hacia el norte a principios de febrero y lo terminan generalmente a fines de marzo.
Ese traslado se puede retrasar por varias razones, entre estas la falta de alimento que se traduce en menos energía para los cetáceos. Los últimos mamíferos en viajar hacia el norte suelen las madres y sus crías, explican los expertos. Durante la migración, las ballenas viajan típicamente en grupos de dos o más individuos.
Registros que datan del siglo XIX muestran que un promedio de hasta 1000 mamíferos pasaban diariamente frente a las aguas de San Diego, California, durante su migración. Sin embargo, la caza no controlada hizo que su especie estuviera al borde de la extinción y no fue sino hasta 1994 cuando las ballenas
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