Charlie Kirk, el más reciente asesinato de una ola de violencia política que crece en EEUU

El activista conservador Charlie Kirk fue asesinado en un evento en una universidad de Utah. Su muerte muestra cómo se han hecho rutina las acciones violentas contra políticos en un EEUU altamente polarizado.

Video Charlie Kirk muere tras recibir un disparo en el cuello durante un evento en Utah Valley University

“Recen por nuestro país, lo necesitamos más que nunca”, fueron las palabras con las que el gobernador de Utah, el republicano Spencer Cox, cerró la rueda de prensa en la que presentó las primeras informaciones oficiales del ataque a Charlie Kirk que calificó de “asesinato político”, aunque en ese momento todavía no estaba claro la motivación del atacante.

Al igual que muchos otros, Cox está preocupado por el rumbo que lleva el país, que desde hace décadas vive un creciente proceso de polarización que amplía cada vez más la brecha entre liberales y conservadores, y que ha hecho más frecuentes expresiones de violencia política como esta.

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“Nuestra nación está quebrada. Tuvimos un asesinato político recientemente en Minnesota. Tuvimos un intento de asesinato del gobernador de Pennsylvania. Y tuvimos un intento de asesinato de un candidato presidencial y expresidente de EEUU y actual presidente”, dijo Cox con tono apesadumbrado.

Apenas la víspera del asesinato de Kirk, los demócratas de Minnesota habían elegido al sucesor de su líder en la asamblea estatal, Melissa Hortman, asesinada en su casa, junto a su esposo, en un ataque políticamente motivado en junio pasado.

Y este jueves, en un tribunal de Florida, comienza el proceso contra uno de los aspirantes a asesino de Trump, Ryan Routh, el hombre que fue sorprendido con un rifle a las afueras de Mar-a-Lago.

Violencia política: problema en crecimiento

Desde que en 2011 un hombre disparó a la cabeza a la representante demócrata por Arizona Gabby Giffords durante un evento en su distrito, los episodios violentos contra políticos han ido aumentando en frecuencia, hasta los dos intentos de asesinato que superó Trump durante la campaña de 2024.

El asalto al Capitolio de enero de 2021 protagonizado por una horda de seguidores de Trump es para algunos, la expresión máxima de la irascibilidad popular (en este caso del lado conservador) que se nutre del debate que alimentan medios de información parcializados y se amplía con conversaciones en redes sociales, algunas de las cuales llegan a niveles tóxicos y peligrosos.

El asesinato de Kirk generó la inmediata condena de todo el espectro político, desde el presidente Trump a sus predecesores Barack Obama y Joe Biden, pasando por legisladores de todos los partidos, pero en redes sociales hubo una explosión de denuncias contra liberales y demócratas como supuestos responsables del crimen.

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El multimillonario Elon Musk escribió en X que “la izquierda es el partido de la muerte” y la activista Laura Loomer, una figura que ejerce gran influencia sobre Trump, dijo en la misma red que sean “cerradas, desfinanciadas y procesadas cada organización izquierdista”.

Del otro lado, varios usuarios liberales en redes parecieron justificar o hasta burlarse del asesinato del activista conservador haciendo referencias a una declaración que hizo en un evento en abril de 2023 cuando dijo que los frecuentes tiroteos masivos que suceden en EEUU son algo que “vale la pena”.

“Creo que vale la pena pagar, lamentablemente, algunas muertes por armas de fuego cada año para que podamos tener la Segunda Enmienda y proteger nuestros demás derechos divinos”, dijo en esa ocasión Kirk, quien, poco antes de ser tiroteado, respondía una pregunta, precisamente, sobre tiroteos masivos.

La violencia en la historia de la política de EEUU

Pese a la conmoción, indignación y sorpresa del momento, la violencia política nunca ha estado demasiado lejos de la dinámica estadounidense. Estamos en un país en el que, hasta la primera mitad del siglo XX habían sido asesinados cuatro presidentes en ejercicio de sus cargos: Abraham Lincoln (1861-1865), James A. Garfield (1881) y William McKinley (1897-1901).

En los años sesenta del siglo XX murieron un presidente, John Fitzgerald Kennedy; un candidato presidencial, Robert Kennedy (hermano del presidente asesinado), y los dos líderes más notables del movimiento por los derechos civiles de la época: Martin Luther King y Malcom X.

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Todo en medio de una profunda conmoción en la sociedad por la impopular guerra de Vietnam que generó enfrentamientos en las calles, cuyo episodio más grave se produjo en 1970 con la muerte de 4 estudiantes en el campus de la Universidad de Kent, en Ohio, a manos de soldados de la Guardia Nacional que intentaban dispersar una protesta.

Para algunos, desde hace ya varios años, los EEUU contemporáneos parecen estar regresando a los niveles de división y violencia política de aquellos años.

Polarización y violencia política en EEUU

Esa polarización que atraviesa el país se mostró en la Cámara de Representantes, donde el minuto de silencio en honor de Kirk, cuando aún no había sido declarado muerto y se desconocían los motivos del atacante, fue seguido por gritos y recriminaciones. En un punto, la representante Paulina Luna, de Florida, señaló a los demócratas y les increpó: "Ustedes causaron esto".

Es la consecuencia del distanciamiento entre republicanos y demócratas, dos partidos que cada vez parecen menos capaces de hallar terrenos comunes para adelantar políticas nacionales. Es un fenómeno que se ha agudizado en las últimas décadas y que con Trump ha llegado a nuevas cotas, en parte por el discurso agresivo que el presidente usa para dirigirse a sus contrincantes.

Sin embargo, esa ruptura ya venía gestándose bajo retóricas para algunos más amables, como las de Obama o Biden.

Contrario a la reacción original de muchos desde la derecha, ninguno de los polos tiene el monopolio exclusivo del ejercicio de la violencia contra el otro.

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Este miércoles, en Fox News, la cadena de noticias de tendencia conservadora, el presentador Will Cain leyó visiblemente compungido el anuncio de la muerte de Kirk y se preguntó en cámara: "No sé qué rumbo tomaremos como programa de noticias y no sé qué rumbo tomaremos en Estados Unidos".

Es la misma pregunta que parecía hacerse en su aparición ante los medios el gobernador de Utah y una que la excongresista Giffords -sobreviviente de un disparo en la cabeza- trató de responder, como suele hacer con cada evento de violencia política que se produce.

“Las sociedades democráticas siempre tendrán desacuerdos políticos, pero nunca debemos permitir que Estados Unidos se convierta en un país que enfrente esos desacuerdos con violencia”, escribió Giffords, con palabras bienintencionadas que no se reflejan en el deterioro del consenso político que vive el país.

Mientras tanto, los ataques se han hecho rutinarios, junto a las condenas y los llamados a recapacitar para evitar que algo así vuelva a ocurrir.