Una buena acción y las ganas de ayudar a una persona con una supuesta emergencia hicieron que una residente del norte de California perdiera el dinero que había ahorrado para comprar su casa. Una estafa con unas barritas de oro que supuestamente costaban $20,000 es cada vez más común en el estado dorado. Una de sus víctimas relata cómo fue engañada para que a nadie le pase lo mismo.