Los momentos que marcaron el caso de Pablo Lyle, el actor mexicano condenado a 5 años de prisión en EEUU por homicidio involuntario
El actor mexicano Pablo Lyle fue sentenciado este viernes en Miami a cinco años de prisión y ocho de libertad condicional por el homicidio involuntario de Juan Ricardo Hernández, un cubano de 63 años al que golpeó en la vía pública en 2019.
La jueza Marisa Tinkler Mendez dictó la sentencia dos meses después de haber rechazado un pedido de Lyle para un nuevo juicio y de ratificar el veredicto de culpabilidad.
Lyle estuvo presente en el tribunal con uniforme de preso y esposado. Los abogados de la Fiscalía habían solicitado en este caso la pena máxima de 15 años de cárcel, mientras que la defensa pedía año y medio de prisión.
"Esto es un triste ejemplo de algo que fue muy lejos. Creo que si Lyle tuviera una segunda oportunidad no tomaría esas acciones por las que ahora debe asumir la responsabilidad", dijo la jueza, quien afirmó que el señor Hernández "no mereció morir por lo que ocurrió ese día", al mismo tiempo que el mexicano actuó "vencido por la rabia".
Estos fueron los momentos clave del caso.
El fatal altercado en un semáforo
La agresión se produjo en un semáforo en rojo y durante la discusión de tráfico el actor de telenovelas salió del automóvil y golpeó a Hernández mientras este volvía a su auto tras haber gritado a los ocupantes.
Las imágenes recogidas por las cámaras de seguridad de una gasolinera cercana muestran a Lyle correr hacia el hombre, quien, al ver al mexicano acercarse, intenta protegerse sin éxito y, tras recibir un puñetazo, se desploma al instante. Cuatro días después, falleció en un hospital de Miami.
El juicio: homicidio involuntario
En octubre del año pasado, luego de un juicio de poco más de una semana, Lyle fue declarado culpable de homicidio involuntario por la muerte de Hernández.
Durante esos días, la defensa presentó partes de una declaración del actor en la que señalaba que era la primera vez que se veía envuelto en una situación como esa y que lo hizo supuestamente para proteger a su familia.
Los abogados del actor mantuvieron que Lyle actuó en defensa propia.
No obstante, la fiscal del caso Gabriela Alfaro repitió al jurado en sus argumentos de cierre las palabras "por favor no me hagas daño", supuestamente las últimas de la víctima antes de caer y golpearse mortalmente en la cabeza.
El forense indicó que cuando fue examinado el cadáver del cubano se comprobó que había sufrido una hemorragia en la parte frontal y posterior de la cabeza.
Desde que los seis miembros del jurado emitieron su veredicto, el actor había permanecido arrestado, luego de que la jueza negó el pedido de continuar bajo arresto domiciliario.
El relato de la esposa de Lyle
Durante el juicio, uno de los testimonios más esperados fue el de Ana Araujo, la esposa de Lyle, que el día del suceso se encontraba en el vehículo junto a sus dos hijos.
Araujo aseguró que se asustó muchísimo y que sintió un fuerte golpe en el vehículo durante el incidente.
"Venía pitándonos muy fuerte todo el camino, hasta que nos detuvimos y comencé a escuchar a un señor gritando e insultando", indicó.
Señaló no haber visto el momento en el que el actor golpeó a Hernández al encontrarse de espaldas, además de matizar que todo ocurrió muy rápido.
Solicitudes para desestimar el caso y nuevo juicio
Tras la decisión del jurado, la defensa había solicitado la celebración de un nuevo juicio, pero la magistrada Tinkler rechazó la petición en diciembre pasado.
El abogado defensor, Philip Reizenstein, pidió durante el proceso una revisión independiente de los hechos en relación a lo que llamó un "homicidio excusable", y manifestó a la jueza que las leyes de Florida contemplan que "las personas pelean y se tiran puñetazos".
Los abogados de Lyle ya habían solicitado antes, también sin éxito, desestimar el caso bajo la ley de defensa propia del estado de Florida.
Las declaraciones de la familia de la víctima
Antes de ser sentenciado, también hablaron integrantes de la familia de Hernández: uno de sus hijos y su prometida.
" Cuando vi a mi padre en esa cama de hospital, no quería creer que era él, porque era una persona muy alegre, muy atento con todos. No hay palabras para describir quién era mi padre. Han sido cuatro años muy duros", dijo en la sala el hijo de la víctima, Juan Ricardo Hernández.
Tras describir a su padre como una persona muy alegre, atenta, con buena salud y principios, Juan Ricardo Hernández hijo le pidió a la jueza que condenara a Lyle al máximo de 15 años. Explicó que el día anterior al altercado, había estado con él.
Durante la audiencia, también se proyectó un video de la madre de 92 años de la víctima, que fue grabado en Cuba, donde reside, y pidió justicia para su hijo, lo mismo que hizo en la sala la prometida del difunto.
“Que se acabe de hacer justicia”.
Una emotiva disculpa a la familia de Hernández
Momentos antes de que se diera a conocer la sentencia, Lyle dirigió unas palabras a la familia de la víctima, ofreciendo una “sincera” disculpa:
"Es la disculpa más sincera que he ofrecido en mi vida. De todo corazón, lo siento mucho", dijo el actor, visiblemente emocionado, a los familiares de la víctima en la sala.
" He aprendido una gran lección", agregó el mexicano, quien por momentos se vio obligado a interrumpir su testimonio a causa de las lágrimas y precisó que no tenía nada en contra de la víctima, ni que jamás se hubiera imaginado el desenlace causado por un hecho que duró "cuestión de segundos".
Por su parte, la esposa de Lyle, Ana Araujo, dijo en la sala que el actor nunca fue una persona violenta sino más bien "alguien conciliador", que siempre vela por el bien de los demás y el bienestar de su familia, y por ello el suceso "ha sido algo muy impactante". "Una reacción de unos cuantos segundos no te definen como persona", añadió Araujo.
Sentencia a 5 años de prisión
El largo capitulo que ha llevado al menos 4 años desde el incidente, fue finalmente cerrado este viernes por la tarde cuando la jueza Marisa Tinkler Mendez dictó como sentencia 5 años de prisión y 8 años de libertad condicional a Lyle.
“Este es uno de los casos más difíciles que he tenido que atender. Mi motivación es imponer una sentencia justa. La familia del señor Hernández y la familia del señor Lyle, tanta gente se ha visto afectada por lo que pasó ese día. El señor Hernández no merecía morir”, señaló la jueza.
La jueza dijo que al imponer su sentencia consideró atenuantes como la falta de antecedentes penales y el arrepentimiento del imputado. Además de la sentencia, el actor deberá tomar clases de resolución de la ira y deberá cumplir 500 horas de servicio comunitario.
Lyle aún tiene 30 días para apelar la orden de la jueza ante un tribunal de mayor jerarquía.
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