SAN JUAN, Puerto Rico - Al amanecer del lunes 15 de diciembre, Amelia Salgado Castillo murió en su Puerto Rico natal. La bebé, de un año y tres meses, padecía de gangliosidosis GM1, un trastorno genético que afecta a uno de cada 200,000 niños.
Muere Amelia Salgado Castillo, la bebé de Añasco con gangliosidosis GM1
No hace un mes que los padres de Amelia Salgado Castillo compartieron su historia con la audiencia de Univision. Contaron que tenía gangliosidosis GM1 y poco tiempo de vida.

No hace un mes que Raquel Castillo, su mamá, compartió en entrevista con la periodista Gabriela Villegas, cómo supo qué le pasaba a su pequeña. Dijo que los médicos en la isla encontraban que todo estaba bien con Amelia.
Su instinto de madre la llevó a buscar auxilio más allá.
Fue en, Texas, en el centro médico Cook Children’s de Fort Worth, donde la bebé fue sometida a los estudios que revelaron su diagnóstico: gangliosidosis GM1, un trastorno genético que causa graves efectos neurológicos.
Aunque hay tratamientos, en el caso de Amelia, la expectativa de vida que le dio a sus padres un comité de médicos en Dallas fue de un año y ocho meses.
Orlando Salgado y Raquel Castillo regresaron de Texas a su Puerto Rico natal, para que Amelia estuviera junto a su familia, en Añasco, hasta el fin de sus días.
Tuvieron días de crisis médicas, pero también algunos buenos, en los que incluso, Amelia pudo entrar a la playa junto a su papá y mamá.
Su condición médica se agravó el domingo, 14 de diciembre, cuando la pequeña comenzó a necesitar más oxígeno.
Al amanecer del lunes, su madre publicó en Facebook el siguiente mensaje: "Con el corazón completamente roto compartimos que nuestra amada Amelia falleció.Ya no sufre, ya no lucha, ya no siente dolor. Su cuerpo descansó en paz. Amelia partió rodeada de amor, acompañada en todo momento por quienes más la amaban: sus abuelos, sus tíos, mi hermana, sus padrinos y nosotros, sus papás. Nunca estuvo sola. Se fue sintiendo amor, escuchando voces conocidas, envuelta en brazos que la cuidaron hasta el último instante".

Castillo agradeció "a todas las personas que caminaron con nosotros, que oraron, que nos sostuvieron y que amaron a Amelia desde cerca o desde lejos".








