Las ayudas que varias universidades estadounidenses han ofrecido a estudiantes puertorriqueños afectados por el huracán María para estudiar gratuitamente, o a bajo costo en EEUU, preocupa a educadores que temen que los jóvenes más brillantes de la isla se hayan ido para siempre y no regresen a las instituciones del sistema universitario estatal.
En las universidades de Puerto Rico aumenta el temor a la fuga de cerebros
Varias universidades de EEUU les ofrecieron estudios gratuitos o a bajo costo a los estudiantes afectados por el huracán María con la expectativa de que regresen a la isla tras uno o dos semestres, pero educadores temen que el éxodo sea permanente.

Tres semanas después de que el huracán María azotó Puerto Rico, la Universidad de Brown ofrecía recoger a 40 de los mejores universitarios de la isla en un avión privado y llevarlos a la institución de educación superior para estudiar gratuitamente por un año.
Coral Murphy tenía sus sospechas, pero envió su solicitud de todos modos. Incluso después de que le llegó la carta de admisión por correo, seguía con sus dudas. La realidad le cayó encima solo después de que llegó al aeropuerto y abordó el avión rumbo a la prestigiosa universidad ubicada en Rhode Island.
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"Sigo como en shock", dijo la joven de 20 años, estudiante en su tercer año de periodismo que ahora está cursando su segundo semestre en Brown. "¿Dónde estoy?", se pregunta Murphy sorprendida.
La estudiante es una de cientos de puertorriqueños que han venido a universidades de EEUU tras el devastador paso de María, atraídos por universidades que les han ofrecido matrícula gratuita o bajo costo para que sigan estudiando mientras la isla se recupera.
"¿Regresarán algún día a Puerto Rico?"
Muchas de las ofertas son por uno o dos semestres, con la expectativa de que los estudiantes regresen a sus universidades en Puerto Rico.
Pero ahora se teme el éxodo temporal se convierta en una fuga de cerebros permanente que le haga aún más daño a la isla.
"Algunos de estos programas se han enfocado en la crema y nata, en lo mejor que tenemos", dijo Don Walicek, quien enseña Inglés y Lingüística en la Universidad de Puerto Rico (UPR). "¿Regresarán algún día a Puerto Rico?"
Incluso antes de que pasara el huracán la cantidad de estudiantes estaba disminuyendo en la estatal Universidad de Puerto Rico, donde los estudiantes hicieron un paro el año pasado en protesta por los fuertes recortes presupuestarios.
Cuando el Recinto de Río Piedras, el principal campus del sistema de la UPR, reabrió tras el paso de María más de 900 estudiantes -más o menos el 6% del estudiantado- no regresó.
En los 11 recintos de la UPR la merma fue de 1,561 estudiantes, lo que representa el 2.7 por ciento de los 58,000 estudiantes del sistema universitario público.
Los que se mudaron son parte de un grupo de miles de puertorriqueños que están abandonando la isla, donde aún casi 400,000 clientes de la estatal Autoridad de Energía Eléctrica siguen a oscuras en medio de un duro proceso de recuperación.
Las ofertas de las universidades en EEUU están inspiradas en programas creados en 2005 para ayudar a estudiantes estadounidenses desplazados por el huracán Katrina.
Pero Walicek y otros dos profesores escribieron una carta abierta en noviembre pasado en la que resaltan que, contrario a las universidades en Nueva Orleans, que cerraron durante meses tras Katrina, la UPR solo estuvo cerrada unas cinco semanas luego del paso de María.
El éxodo de universitarios ha forzado incluso a la cancelación de algunos cursos en la UPR. Los funcionarios universitarios encargados de los programas de ayuda dice que solo están intentando ayudar y que están animando a los estudiantes a regresar a Puerto Rico al final del presente año escolar.
Administradores en Brown aseguraron que trabajaron con la UPR y que obtuvieron la aprobación de la institución para cada estudiante participante en su programa.
“Queremos y esperamos que regresen a sus instituciones para que concluyan sus estudios”, dijo Marisa Quinn, jefa de personal del rectora de Brown. “Realmente no queremos hacer nada para socavar la capacidad de la universidad de reabrir y de recuperarse con fuerza”, agregó.
Un total de 30 estudiantes aceptaron la oferta de Brown y llegaron el pasado mes de octubre al campus.
Otras instituciones que han admitido gratuitamente a los estudiantes son la Universidad de Cornell, en Nueva York, que acogió a 58 universitarios boricuas, la Universidad de Nueva York (NYU), que tiene 50 o la Universidad de Tulane, en Nueva Orleans, que admitió a 16.
Algunas universidades le han ofrecido apoyo en español a los estudiantes y otras les han exigido dominar el inglés.
Docenas de otras instituciones han ofrecido a los estudiantes que paguen colegiatura como residentes del estado, como los sistemas universitarios públicos de Nueva York y Massachusetts.
A las universidades estos programas les puede servir como publicidad y para atraer a estudiantes talentosos.
En universidades como Brown o NYU el año académico puede llegar a costar hasta 70,000 dólares pero las instituciones han limitado el costo de estos estudiantes, o donantes o fundaciones los han financiado.
Muchos estudiantes que fueron a EEUU dicen que tienen sentimientos encontrados entre su lealtad a Puerto Rico y las oportunidades que ven en sus universidades estadounidenses.
Algunos prometen regresar a casa pero otros han dicho que solicitarán admisión a otras universidades estadounidenses o que regresarán para sus estudios de posgrado.
“Si veo otra opción la voy a tomar”
El Colegio de Arte y Diseño de Massachusetts, en Boston, trajo a 10 estudiantes de Puerto Rico el mes pasado y algunos ven la oportunidad como un peldaño importante en su carrera.
“Si veo otra opción la voy a tomar”, dijo Tanisha Pacheco Rodríguez, estudiante de pintura, quien explicó que tras el huracán la moral se vino abajo en su institución, la Escuela de Artes Plásticas y Diseño de Puerto Rico.
“Aprecio este momento porque es como haber renacido”, agregó.
En Brown, la estudiante de Biología de segundo año, Andrea Rodríguez Villafañe, dijo que se quiere quedar en EEUU porque las pasantías son más fáciles de obtener.
“Aquí te dan las oportunidades en bandeja de plata. En la Universidad de Puerto Rico tienes que buscarlas y ser extremadamente tenaz”, dijo.
A Rodríguez le preocupan los recortes presupuestarios programados para la UPR y el peligro que representan otros huracanes en el futuro, pero dice que tiene conflictos porque Puerto Rico también es su hogar.
“Estoy bastante asustada pero al mismo tiempo tengo familia en Puerto Rico y tengo este sentido de responsabilidad de que debo volver”, afirmó. “Si todos se van ¿quién va a estar ahí para ayudar a Puerto Rico?”

























