PHILADELPHIA – Michael Burham, el recluso que escapó de una prisión del noroeste de Pensilvania hace más de una semana, fue capturado el sábado en una zona boscosa cerca de Warren, después de que la Policía Estatal de Pensilvania recibiera una llamada telefónica donde residentes informaron de la presencia de “una persona sospechosa”.
Capturan a Michael Burham en una zona boscosa, más de una semana después de que se fugó de una prisión de Pensilvania
Michael Burham fue recapturado el sábado gracias a una llamada de ciudadanos que lo vieron en su propiedad, luego de ir a revisar a quién le ladraba su perrito. Es el recluso que se había fugado de una prisión en Pensilvania poco antes de la medianoche del 6 de julio, y que se consideraba peligroso por sus habilidades con las armas y de superviviencia.

De acuerdo con la policía, que ofreció una rueda de prensa el sábado por la noche, una pareja que había escuchado a su perrito ladrar en la parte trasera de su propiedad en el municipio de Conowingo del condado de Warren, acudió al punto en un carrito de golf, donde encontraron a
Michael Charles Burham sucio y con los pantalones de prisión puestos al revés.
Entonces, le preguntaron al hombre de 34 años qué estaba haciendo, a lo que él respondió que acampando. La pareja volvió al carrito de golf para alejarse y llamar de inmediato a la policía, pues el dueño de la propiedad lo había reconocido; la llamada a las autoridades ocurrió alrededor de las 4 de la tarde del sábado.
Las autoridades comenzaron a rastrear el sitio y, c on ayuda de perros policía, lograron detener a Michael Burham poco antes de las 6 de la tarde.
Michael Burham fue recapturado sin armas, sucio y mojado
El hombre, descrito como “peligroso” con experiencia militar y como alguien con habilidades de supervivencia, no tenía armas al momento de su captura. Fue descrito como sucio, desaliñado y mojado. Fue encontrado con una camiseta y pantalones de color claro.
Las autoridades indicaron que sería puesto en una celda de aislamiento en el condado de Warren –una cárcel con capacidad de albergar a 140 reclusos—tras su recaptura, pero que no lo mantendrían en esa misma prisión, de la que escapó poco antes de la medianoche del 6 de julio utilizando un equipo de ejercicio y sábanas de cama.
Durante la búsqueda por más de una semana, las autoridades fueron encontrando reservas de suministros, alimentos y ropa, lo que les indicaban que estaba resguardándose en diferentes puntos del bosque.
Hasta antes de su fuga, estaba detenido por cargos de secuestro, incendio premeditado, robo y se le consideraba sospechoso en una investigación de homicidio en Nueva York.
Las autoridades dicen que siguen investigando si Michael Burham, un veterano del ejército, recibió ayuda durante su fuga.
El coronel George Bivens, comisionado adjunto de Operaciones de la Policía Estatal de Pensilvania, agregó en la conferencia de prensa que aún no ha sido localizado un dron que algunas personas informaron haber escuchado cerca de la cárcel justo antes de la fuga de Burham, aunque saben que había en operación varios drones esas horas a pocas cuadras de la cárcel.
En la búsqueda de nueve días, participaron más de 200 oficiales de 15 agencias locales, estatales e incluso federales.


