Los esfuerzos para mantener a las personas a salvo durante los últimos dos inviernos, y en casa durante la pandemia del coronavirus, eliminaron temporalmente la posibilidad de perder el servicio. Durante ese tiempo, mientras la economía colapsaba y cientos de miles en Pensilvania perdían el trabajo, la deuda de los servicios públicos aumentó. Para el 25 de marzo, la cantidad de cuentas que enfrentaban una posible cancelación era de 890.000 y la cantidad que debían ascendía a 856.000 millones de dólares, según la Comisión de Servicios Públicos de Pensilvania (PUC). Aquí hay una guía para comprender los términos que las empresas de servicios públicos deben ofrecer a los clientes atrasados en sus facturas y la ayuda disponible.