Sentencian a mesero que asesinó a su compañero hispano por una propina de $20
NUEVA YORK.- Esta semana Anne T. Donnelly, fiscal de distrito del condado de Nassau, anunció que un mesero fue sentenciado a 8 años de prisión por asesinar a su compañero de trabajo que le ayudaba a limpiar las mesas.
El 16 de julio de 2020, aproximadamente a las 10:39 p.m. en el restaurante La Candela en Hicksville, David Jiménez Salazar, de 25 años, quien trabajaba como mesero ahí, comenzó a discutir con la víctima, Elvin Padilla, de 37 años, quien era su ayudante.
De acuerdo con la fiscalía, Padilla acusó al mesero de darle menos propina por su trabajo y haberse quedado con $20. Padilla le devolvió el dinero de las propinas al acusado, lo empujó y comenzaron a pelearse hasta que el acusado abandonó el área.
Cómo asesinó David Salazar a su ayudante Elvin Padilla
“Padilla salió de la cocina y entró al área del bar del restaurante donde lo esperaba el acusado. Salazar tomó una botella de vodka de vidrio y se la lanzó a Padilla, golpeándolo.
Luego, el acusado rompió la botella en el mostrador, dejando un cuello de botella con bordes irregulares, y la volvió a balancear hacia Padilla, apuñalándolo en la yugular”.
Cuando la policía llegó al restaurante, Elvin Padilla estaba tirado en el piso y fue declarado muerto.
Salazar fue arrestado en el restaurante por miembros del Octavo Recinto del Departamento de Policía del Condado de Nassau.
“Elvin Padilla solo quería una buena cantidad de propinas por su turno”, dijo la fiscal. “Hizo una pregunta, y la discusión que siguió, terminó costándole la vida. El acusado enfurecido clavó una botella rota en el cuello de la víctima y lo mató”.
Sentencia a mesero a ocho años de prisión
Padilla era padre de dos niños.
El 31 de enero David Jiménez Salazar, residente de Farmingdale, fue condenado por un jurado por homicidio involuntario en primer grado.
El 17 de marzo, Jiménez Salazar fue sentenciado a 8 años de prisión y 5 años de libertad supervisada.
La fiscal recomendó una sentencia de 22 años de prisión y cinco años de supervisión, pero el juez no se guió por su recomendación.