Huyendo de los temblores en el suroeste de Puerto Rico, una familia de 17 personas se trasladó a un apartamento de Nueva York. Allí, durmiendo todos bajo el mismo techo, se las ingeniaron para convivir durante dos semanas.
Numerosa familia puertorriqueña huye tras terremotos a Nueva York y convive en el mismo apartamento
Los 17 miembros de una familia huyeron de Puerto Rico por el temor que les provocaban los terremotos en la isla. Llegaron a la casa de una prima en Nueva York, que les abrió sus puertas, con la esperanza de comenzar una nueva vida.
Después de pasar tantos días viviendo asinados, varios miembros de la familia decidieron recurrir a otros familiares de Nueva York y Nueva Jersey, y de esa forma estar más cómodos, pero no descartan buscar ayuda psicológica por el trauma que ha causado en muchos de ellos la actividad sísmica en la isla.
Noticias Univisión 41 captó con sus cámaras la rutina diaria de varios de los que todavía viven en esta vivienda en Hamilton Heights, en Manhattan. Alice Cortés, quien abandonó su casa en Guánica, cuenta cómo todos los días tenían que inflar varios colchones en toda la casa, incluso en el comedor, correr los muebles y apretarse para pasar la noche.
"Tú escuchas los vidrios cayéndose, todo se cae y tú sientes que tu casa se te va a caer encima. Mi nene gritando 'Mami vamos a salir, tenemos que salir', buscando la forma de cómo salir rápido de la casa... Es bien difícil", comenta Sharon Cortés.
Notas Relacionadas

USGS: Puerto Rico seguirá sintiendo réplicas durante años o incluso décadas
Todos los miembros de esta familia con miembros entre los 7 y los 82 años, abandonaron sus pertenencias en Guánica y Guayanilla el 14 de enero, al recibir la aceptación de acogida de su prima en Manhattan tras una llamada de auxilio.
"Uno está en 'shock', porque tú sabes lo que ellos tenían y ya no lo tienen, entonces la respuesta es automática, como 'vengan pa' acá'. Entonces de aquí bueno, encontramos la manera, no importa, lo importante es que todo el mundo esté bien", explica Jeimy Roure, la prima que abrió las puertas de su casa a su familia en Puerto Rico.
Las pertenencias y donaciones abarrotaban la casa, y hasta regalos llegaron para los niños, pero el temor permanece a tal punto que ellos dicen preferir un huracán como María por estar avisados a que los aplasten sus propias casas en un temblor, en el mismo barrio donde por poco también los atrapan inundaciones.
"Y nosotros veíamos como el agua, el corrientón bajaba, por ese parque donde había tanta gente durmiendo en los pisos del parque, y el agua le bajaba y uno viendo eso y diciendo 'Dios mío, ¿cómo uno pudiera ayudarlos?", recuerda emocionada Sharon Cortés.
Mientras tanto, no saben si sus puestos de trabajo los esperarán, ya que no tienen programado regresar en corto plazo y esperan que los parientes que quedaron estén a salvo.
El Servicio Geológico de los Estados Unidos publicó un estudio donde se pronostica que réplicas de magnitud cinco y hasta de seis puedieran extenderse hasta dentro de 10 años más. Esto ha provocado que cerca de 8,000 personas hayan abandonado la zona afectada.
Mira también







