Ten mucho cuidado al pasear a tu perro por las aceras y parques de Nueva York, ya que en un descuido, tu amigo podría intoxicarse con un porro de marihuana desechado.
Porros de marihuana desechados en Nueva York ya son un riesgo para tu perro
"Bondi", la perrita de una mujer llamada Colleen Briggs, acabó recientemente en el veterinario tras comerse un porro de marihuana desechado en las aceras y parques de Nueva York.

Precisamente, esto fue lo que le ocurrió a "Bondi", la perrita de una mujer llamada Colleen Briggs. En conversación con la agencia de noticias AP, contó que su caniche acabó en el veterinario con un diagnóstico que jamás se esperaba: estaba drogada.
Tras regresar de un paseo con su dueña, la perrita de 8 meses comenzó a tropezar y a tambalearse, hasta que finalmente se tumbó al suelo y Colleen Briggs se dirigió de inmediato al consultorio.
Y es que su desarrollado olfato le llevó hasta un porro de marihuana recién tirado, que acabó comiéndose en una inocencia canina. "Hacía lo de siempre: exploraba todo, olía todo", dijo la mujer.
En 2021 hubo 6,200 casos de perros drogados con marihuana, y en 2022 aumentó un 11%
La Sociedad Estadounidense para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales precisó que los incidentes de perros drogados por masticar porros de marihuana están aumentando en todo el país.
Solamente en 2021, se reportaron 6,200 casos, una cifra que aumentó un 11% en 2022 y un 300% en los últimos cinco años.
Pero la doctora Amy Attas, veterinaria de la ciudad de Nueva York, señala que en los primeros tres meses de 2023 ya ha atendido 6 incidentes en la Gran Manzana. Ella asegura que es el mismo número de casos que había visto en los últimos 30 años, lo que representa una alarma entre los veterinarios.
"La gente usa marihuana en la calle y luego desecha los extremos no deseados de sus porros. Y eso es un problema real porque los perros se los comerán", dijo la experta.
Si bien no son intoxicaciones fatales, al menos en la mayoría de los casos, no deja de ser una calamidad para los dueños de mascota. Anteriormente, los incidentes ocurrían en las mismas casas, cuando los perros llegaban a comerse un porro mal ubicado.