NUEVA YORK.- El estrés se ha convertido en parte inseparable de la vida moderna, y en Estados Unidos, recientes encuestas muestran que cada vez más personas viven con niveles altos de tensión todos los días.
Cómo los espacios personales en casa pueden ayudar a manejar el estrés diario
Los espacios personales en casa puede ser un apoyo efectivo frente a la presión diaria, cuidando tu salud mental.


Según la American Psychological Association (APA), alrededor del 75 % de los estadounidenses reporta síntomas físicos o emocionales relacionados con el estrés, un aumento constante en los últimos cinco años.
Las causas son variadas y van desde la incertidumbre económica, polarización política, desafíos de salud pública y preocupaciones financieras personales. Incluso pequeñas dificultades económicas pueden generar ansiedad constante y afectar la salud física, pues muchas personas retrasan citas médicas o reducen medicación para ahorrar dinero, entrando en un círculo donde el estrés y la salud se alimentan mutuamente.
El hogar como refugio personal
Frente a esta problematica, los hogares se han convertido en un refugio personal, y es que una encuesta reciente realizada por Talker Reasearch para Stressless a 2 mil adultos estadounidenses revela que l a mayoría tiene al menos dos lugares favoritos dentro de su casa, esos rincones donde sienten que pueden desconectarse del mundo y recuperar la calma.
Puede ser la hendidura del colchón, junto a la colección de cómics, la silla del abuelo, un sillón reclinable o incluso un beanbag en la sala. Para algunos, es un espacio funcional, como la silla de la computadora, desde donde sienten control sobre su entorno.
Un 58 % los usa para relajarse, un 41% para disfrutar de tranquilidad, mientras que un 40% de la Generación Z los dedica al autocuidado y la salud mental, y un 30 % de los Millennials los emplea para hobbies y pasiones.
Siete de cada diez encuestados describen este momento como una forma de “borrar su pizarra mental y emocional”, dejando fuera el estrés del trabajo, los pendientes o la rutina diaria.

Con tantas cosas pasando, los estadounidenses están el doble de estresados en el trabajo que en casa, y muchos experimentan ansiedad incluso realizando tareas cotidianas fuera del hogar.
Por eso, quedarse en casa puede ser un alivio: dos tercios de los encuestados sienten tranquilidad cuando no tienen que salir, y casi tres cuartas partes se consideran más hogareños que nunca. De hecho, un 82 % ve su hogar como un lugar de refugio, especialmente en los últimos cinco años.
“Si bien no siempre podemos controlar el estrés laboral o externo, establecer nuestro hogar como santuario es una forma segura de dejarlo en la puerta”, señala Peter Bjerregaard, presidente de Ekornes, fabricante de Stressless.
“Tu hogar debe ser un lugar que recargue tu energía, no que la drene. Diseñar espacios pensando en comodidad y relajación no es solo decoración: es una inversión en tu bienestar”, comentó.
Sin embargo, el estrés en Estados Unidos no es un problema pasajero; de acuerdo con APA es un tema que se ha vuelto estructural, ligado a factores económicos, culturales y de política pública.
Los últimos informes dejan claro que manejar el estrés no es solo una responsabilidad individual, sino también colectiva. Las soluciones deben ir más allá de los espacios personales, pues requieren acceso a salud asequible, estabilidad financiera y ambientes laborales más saludables, en lugar de depender únicamente de estrategias de afrontamiento individuales.
Mientras tanto, las personas pueden tomar algunas prácticas como establecer límites en el trabajo, mantener conexiones sociales, realizar actividad física regularmente y, cuando sea posible, acceder a servicios de salud mental. Los rincones de descanso en casa son valiosos, pero no sustituyen la necesidad de soluciones más profundas y sistémicas que aborden las causas reales del estrés.
Esta nota se realizó en colaboración con TMX.
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