Cuomo firma proyecto de ley que pone fin al aislamiento de larga duración en cárceles de Nueva York

El gobernador Andrew Cuomo firmó este una ley que limita el uso del aislamiento en el sistema penitenciario del estado de Nueva York.

La ley HALT Solitary Confinement (confinamiento solitario en español), que entra en vigor dentro de un año, limita a 15 días el tiempo que una persona encarcelada puede pasar en confinamiento segregado.

También reduce el número de infracciones disciplinarias elegibles para el confinamiento segregado, y exime a ciertas poblaciones vulnerables, como los jóvenes, los ancianos, las mujeres embarazadas, las personas con discapacidades y las personas con una enfermedad mental grave.

Por otra parte, la ley establece Unidades de Rehabilitación Residencial para proporcionar a las personas encarceladas una programación terapéutica e informada sobre el trauma en un entorno de congregación.

"Generaciones de hombres y mujeres encarcelados han sido sometidos a castigos inhumanos en confinamiento solitario con poca o ninguna interacción humana durante largos períodos de tiempo y muchos experimentan traumas emocionales y físicos que pueden durar años", dijo Cuomo en un comunicado.

Y agregó: "Al firmar la Ley HALT de Confinamiento en Solitario estamos reformando el sistema de justicia penal de Nueva York al ayudar a garantizar la aplicación efectiva de políticas correccionales probadas y humanas".

En resumen, entre las reformas que incluye la ley, se encuentran:

• La limitación de la cantidad de tiempo que las personas pueden pasar en confinamiento segregado o en unidades de alojamiento especial a 15 días;
• La creación de Unidades Residenciales de Rehabilitación que permitirán a las personas encarceladas una programación fuera de la celda y una atención informada sobre el trauma, para abordar las acciones subyacentes que dieron lugar a su disciplina;
• El establecimiento de una cantidad mínima de tiempo fuera de la celda, programación terapéutica y/o recreación;
• La restricción de la reclusión de jóvenes, mujeres embarazadas, ancianos y personas con enfermedades mentales graves en régimen de segregación; y
• Un aumento de la formación de todo el personal que trabaja en unidades de alojamiento especial sobre técnicas de desescalada, prejuicios implícitos, atención informada por el trauma y resolución de conflictos.

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