Le piden 8 años de prisión en Cuba por las protestas del 11 de julio pero escapa a Miami

Yoel Sosa fue arrestado por las protestas del 11 de julio en Cuba y la fiscalía pidió 8 años de prisión. Pero el joven logró escapar en balsa y llegar a Miami, donde espera tener la oportunidad de trabajar, para progresar y traer a su hija de seis años y a su esposa.

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Yoel Sosa, un manifestante de las protestas del 11 de julio en Cuba sobre el que la fiscalía pedía 8 años de prisión, habló con Noticias 23 tras escapar a Miami después de que le concedieran la libertad bajo fianza.

Estar un día en Cuba y después más tarde estar aquí en los Estados Unidos fue algo grande. Desde que llegué ya me sentí libre, con otro aire”, dice Sosa, quien llegó a Miami en balsa.

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Yoel cuenta que después de cumplir 15 días de arresto en la prisión de Melena, le llegó la orden de fianza por 8,000 pesos y fue entonces cuando salió de la isla.

Las protestas del 11 de julio

Sosa grabó imágenes de las protestas del 11 de julio en el día y más tarde, en la noche, cuando puso una bocina en el portal de su casa, con la canción Patria y Vida, para que se escuchara en todo el municipio.

A su parecer, ese día, el 11 de julio, la mitad del pueblo de La Vega estaba en la calle.

La policía política llegó y lo arrestó, y Yoel dice que logró escaparse, pero dos días después fueron a buscarlo en la mañana a su casa.

Cuenta cómo dentro de la prisión los carceleros premian a los presos comunes para que golpeen y amedrenten a los jóvenes que participaron en las protestas.

“Los usan, les dicen que traten de agredirnos tanto verbal como físicamente, para ver la reacción que teníamos nosotros”, dice Yoel, pero agrega que “el pueblo ya sabe que somos más, que es más el pueblo que los represores”.

Sosa dejó en Cuba a sus compañeros de su causa y, sobre todo, a su hija de solo seis años y su esposa.

Dice que no tiene palabras para explicar el dolor de estar lejos de ellas, pero también sabe que los suyos prefieren que esté en libertad, y no tras las rejas en una cárcel de Cuba.

Ahora, en los Estados Unidos, no pierde la esperanza de que tarde o temprano pueda reunirse con sus familiares.

“Trabajar, trabajar, trabajar, que esté país me va a dar la oportunidad de progresar en la vida para traerlas para acá”, concluye.

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