Juan Carlos Cerda lleva 25 años viviendo en Texas. Allí creció, cursó su primaria y bachillerato, y vive con su esposa. Pero su futuro en Dallas-Fort Worth no está garantizado. Es beneficiario de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), una protección migratoria que podría quedar limitada para los dreamers en ese estado, según lo que decida un juez federal en los próximos meses.
Él y su esposa tienen DACA y viven en Texas: se preparan para mudarse a otro estado, según lo que decida un juez
Juan Carlos Cerda y su esposa son beneficiarios de DACA y viven en Texas. Están a la espera de la decisión de un juez sobre la implementación de la Acción Diferida en el estado. De eso depende que se queden o se muden a otro lugar que les garantice sus protecciones.
"Me decepciona que mi estado, que me crio y me educó, me esté diciendo que me vaya. Eso me molesta mucho. Pero sé que en otra parte de este gran país voy a poder, posiblemente, tener una buena vida y también contribuir", dice en una entrevista con Univision Noticias.
El futuro de DACA en el estado está en manos del juez del distrito sur de Texas, Andrew Hanen, después de que la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito decidiera en enero que partes del programa eran ilegales, específicamente el componente que confiere permisos de trabajo a sus beneficiarios. El tribunal limitó la implementación de esa medida solo a Texas, que lideró la demanda contra DACA.
Hanen ahora debe determinar cómo se implementará la orden de la corte de apelaciones a través de un proceso de consultas con las partes, que ya comenzó. Esta semana se conoció la propuesta del gobierno para la continuidad de DACA en Texas y el resto del país.

Juan Carlos Cerda conoce a más beneficiarios —algunos maestros de escuela— que también están considerando mudarse a estados como Colorado, Nueva York, Nuevo México o Illinois, en los que se espera que el programa permanezca vigente en su totalidad.
"Sabemos que las redadas y los esfuerzos migratorios están sucediendo también en esos estados, pero al menos allí podremos trabajar legalmente".
La propuesta del gobierno
Una abogada del Departamento de Justicia presentó el 29 de septiembre un documento ante la corte de Hanen con su propuesta de implementación de DACA ajustada a la decisión de la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito. Pero entrará en vigor según la orden final del juez del distrito sur de Texas sobre el programa.
En el documento, el gobierno asegura que permitirán nuevas inscripciones de inmigrantes elegibles y que estas serán adjudicadas. Sin embargo, para aquellos que vivan o se muden a Texas —y notifiquen el cambio de dirección, que es una obligación— se revocarán los permisos de trabajo si así lo decide Hanen.
"Si USCIS (los Servicios de Ciudadanía e Inmigración) aprueba la solicitud inicial de DACA, es posible que solo apruebe la autorización de empleo para los solicitantes cuya dirección más reciente registrada en USCIS esté fuera de Texas", se lee en el documento.
La organización proinmigrante FWD.us estimó en marzo de 2025 que en Texas viven unos 383,000 dreamers. Es el segundo estado —después de California— con la mayor población. Calculan que 226,000 contribuyen con la economía del país. También que generan más de dos mil millones de dólares anuales en impuestos, que el estado podría perder.
Cerda cree que la propuesta del gobierno es una buena noticia para los dreamers que no habían podido aplicar a DACA y para más de 90,000 con aplicaciones iniciales congeladas desde 2021, según estimaciones de la organización United We Dream.
"Es muy buena idea tener DACA ahorita (...) porque al menos nos protege de la deportación", dice.
Sin embargo, asegura, "es una muy mala noticia" para los dreamers en Texas, como él y su esposa.
"Primero vamos a luchar"
Juan Carlos Cerda llegó a Estados Unidos con su familia cuando apenas era un bebé. Vinieron desde San Luis Potosí, en México. Sus padres vivieron indocumentados por años, hasta que pudieron obtener su residencia permanente tras una petición del hijo menor. Cerda estuvo indocumentado por 12 años.
En 2012, el presidente Barack Obama creó DACA para proteger a cientos de miles de jóvenes de la deportación a través de DACA. Desde entonces, casi 600,000 han podido sumarse, para vivir y trabajar legalmente en Estados Unidos.
Con DACA, Cerda, de 33 años, pudo obtener una licencia para conducir, comprar una casa, y empezar una carrera en Dallas como maestro de kínder tras graduarse en la Universidad de Yale: "He podido contribuir a mi comunidad".
Cuenta que comenzó su activismo a favor de la inmigración en 2017, cuando el presidente Donald Trump intentó acabar con DACA. Ahora, es director estatal en Texas de la American Business Immigration Coalition, una organización que apoya una reforma para fortalecer la economía y el empleo para los inmigrantes.
La situación actual, dice, "es muy inestable".
En los últimos meses, con las políticas antiinmigrantes de Trump, han visto a amigos y parientes ser detenidos. Él y su esposa han postergado la paternidad por el miedo de que su bebé no sea considerado estadounidense porque sus padres son dreamers: "No queremos que se repita la misma situación de que nuestros hijos sean indocumentados a pesar de nacer en este país".
Trump firmó en enero pasado una orden ejecutiva para limitar la ciudadanía por nacimiento sólo a los hijos de ciudadanos y residentes permanentes, aunque la Enmienda 14 garantiza este derecho a cualquier niño nacido en el país, sin importar el estatus migratorio de sus padres. Tras fallar en tribunales inferiores, el gobierno pidió a la Corte Suprema que decida sobre el tema.
La vida entera de esta familia ahora está en manos del juez Hanen: "No solamente es perder mi empleo aquí, sino que voy a tener que dejar una casa, una vivienda que compré con mi esposa y dejar a mi familia, que vive en Texas".
Sin embargo, Cerda cree que no se irán del estado sin antes buscar cambios: "Primero vamos a luchar para que haya una solución legislativa".






