El jurista John Seligman relató que el técnico en salud mental, Fernando Félix Ramos, aprovechó la condición de su defendida para cometer el crimen el pasado 31 de diciembre de 2018 en el Hospital General de Westchester. Además, asegura que la víctima no ha podido volver a dormir con tranquilidad por la secuelas emocionales que le dejó lo ocurrido.