Jeffrey Ferguson trabajó como juez superior del condado Orange, en California, hasta el 3 de agosto de 2023, cuando su esposa Sheryl recibió un disparo mortal. Él fue acusado de asesinato, pero alega fue un accidente. Un año y medio después, el juicio en su contra se aproxima a su fin y un jurado lleva tres días deliberando cuál será su futuro.