El 10 de septiembre el huracán Irma llegó al sur de Florida como categoría cuatro con vientos que rondaron las 134 millas por hora, llevándose por su paso casas, postes, colegios y edificios. La zona más afectada fueron los Cayos de Florida donde las casas móviles terminaron destruidas. Un mes después del huracán así lucen los sitios afectados.