Miladis Barnes, una inmigrante cubana y trabajadora de seguridad a tiempo parcial en una escuela pública de Miami-Dade, presentó una demanda por supuesta discriminación laboral y lingüística al asegurar que no la contrataron tiempo completo por su acento hispano al hablar inglés. “Me frustré mucho. La directora me dijo que yo no hablaba suficientemente inglés y no tuvo en cuenta los dos años que estuve laborando acá”, relató Barnes.