Los propietarios del restaurante La Placita decidieron no retirar el polémico mural con la bandera de Puerto Rico.
Restaurante La Placita decide enfrentar multas por no retirar la bandera de Puerto Rico
El actor y propietario de La Placita Julián Gil, dijo que apelarán la medida de la ciudad de Miami, la cual les ordena retirar el mural con la bandera de Puerto Rico de la fachada de su restaurante ubicado en Miami. El plazo para hacerlo era hasta este martes 16 de febrero.

El actor Julián Gil, dueño del restaurante, dijo que apelarán la medida de la ciudad de Miami, la cual les ordenó hace una semana quitar el mural que está en la fachada del local.
El plazo para hacerlo era este martes 16 de febrero o recibirían multas de $200 diarios, los cuales están dispuestos a enfrentar los dueños de La Placita.
“Esto pasa después de un año de haber salido victoriosos el año pasado en una sesión en la que la mayoría de los comisionados de Miami y Francis Suárez dijeron que sí, que la bandera se quedaba”, argumentó Julián Gil, propietario del restaurante hace una semana.
Los dueños recibieron la notificación por parte de su abogado, la cual refiere que deben corregir la violación para el 16 de febrero o de lo contrario podrían enfrentar una multa de $200 dólares diarios y hasta una amenaza con quitarles la licencia.
El chef y también dueño del restaurante José Mendín contó que además les han dado multas, según dijo, por todo. “Nos han llamado a la policía todos los días por la música alta y no está alta. Hasta por mover una silla nos dan multa”.
Mendin explicó que según la resolución que recibieron de la ciudad de Miami, el mural podía mantenerse hasta que otro restaurante, a pasos de La Placita, eliminara los murales de ellos. “Porque tuvieron un acuerdo confidencial con ellos y nunca dijeron por qué, pero en la calle 79 están llenos de murales y nosotros estamos en la 68, entonces ¿por diez cuadras se van a poner a pelear?, se pregun tó el chef.
Además dijeron que han ayudado a atraer el turismo y que como puertorriqueños y latinos han sido "víctimas de un ataque sin escrúpulos de intereses racistas en contra de nuestra comunidad", señaló Gil.
Aseguran que la diáspora puertorriqueña se siente muy indignada con esta decisión de la ciudad.











