Una madre fue acusada por la policía de Miami-Dade de abuso infantil en contra de su hijo de tres años, quien había tenido que ser transportado a la emergencia del hospital por una fractura en su brazo y un dedo de la mano partido.

De acuerdo con el informe de arresto, la madre, identificada como Ángela María Soto, de 25 años y residente del suroeste de Miami-Dade, llevó al niño al Hospital Baptist y dijo primero al personal médico que se había caído de la silla del carro.

Pero una vez que el niño fue transportado al Hospital de Niños Nickalus, la mujer cambió la historia y dijo al personal médico de ese lugar que no sabía qué le había pasado. Después, le dijo a un detective que su hijo podría haberse caído en su caja de juguetes, pero no estaba segura ni podía explicar sus lesiones.

El niño tenía otras lesiones como moretones, rasguños, marcas de mordiscos, cada una en diferentes etapas de curación, sobre las cuales la mujer tampoco tenía una explicación.

Soto también dijo a los investigadores que ella fue la única persona que estuvo a cargo del menor en las fechas en que tuvo las fracturas.

Un funcionario del equipo de protección de niños examinó al menor y declaró que en su opinión médica, el caso representa abuso infantil físico.

A la mujer se le dio la oportunidad de que diera una declaración, pero invocó su derecho a un abogado. Fue arrestada y transportada a la cárcel TGK.

Enfrenta cargos por abuso infantil agravado con grandes daños al cuerpo y tortura.

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