Un magnate vive como rey explotando a cientos de lavacarros hispanos en California, alega demanda

Los fiscales federales señalan que el empresario estafó a unos 700 trabajadores al exigirles que solo marcaran sus tarjetas de registro de horas cuando había clientes en sus locales de lavado de auto y gasolinerías, para así evitar cobrar las jornadas completas y solo pagarles por el tiempo preciso en que atendían a los clientes. El caso continúa en litigio desde hace casi un año.

La industria de lavado de coches es una de las que más registra violaciones laborales en California.
La industria de lavado de coches es una de las que más registra violaciones laborales en California.
Imagen Getty

LOS ÁNGELES, California.– Vahid Delrahim, un inmigrante de Oriente Medio, compró en noviembre una mansión de 9.1 millones de dólares en un lujoso barrio de Los Ángeles, pero ha sido un patrón tan avaro que a los empleados de sus 100 gasolinerías y lavados de autos en California solo les pagaba el tiempo preciso en que atendían a los clientes, según una demanda del Departamento del Trabajo (DOL).

PUBLICIDAD

La querella, que busca una compensación de cuatro millones de dólares para alrededor de 700 trabajadores, casi todos inmigrantes hispanos, argumenta que Delrahim exigía a su personal llegar a tiempo, pero tenían que marcar su entrada hasta que hubiera clientes. Si el negocio se calmaba a media jornada, entonces debían tomar un descanso obligatorio, lo cual significa una violación a las leyes laborales.

"Esto dio lugar a que los empleados tuvieran que trabajar muchas horas fuera del horario laboral y también resultó en violaciones al salario mínimo y de horas extras", argumenta la demanda que desde hace casi dos años se desarrolla en un tribunal federal en Santa Ana, en el condado de Orange.

Los trabajadores afectados están o estuvieron en la nómina de los establecimientos de Delrahim en los condados de Los Ángeles, Orange, Ventura y San Bernardino. Los fiscales aseguran que el magnate robó sueldos durante un período de cinco años, que destruyó evidencias para tratar de ocultarlo y amenazó a decenas de trabajadores –algunos de los cuales no hablan inglés– para que declararan a su favor.

El caso contra Delrahim se inició en junio de 2015 tras las quejas recibidas por 63 personas que trabajan o lo han hecho en el negocio de servicio automotriz y lavado de auto 'Brea Car Wash & Detail Center', ubicado en la ciudad de Brea, en el condado de Orange.

La demanda también nombra a sus empresas Southwest Fuel Management, Goldenwest Solutions Group y California Payroll Group. Su negocio tiene oficinas centrales en Agoura Hills, donde este y el padre de su primo hermano, Makan Delrahim, jefe antimonopolio del Departamento de Justicia (DOJ), eran dueños de una gasolinería y local de lavado de autos.

PUBLICIDAD

Durante el proceso judicial, Delrahim y Littler Mendelson, la firma legal que lo representa, han sido sancionados por retener documentos y otras tácticas antiéticas. Se les ordenó pagar al gobierno $23,850 en honorarios legales.

El empresario que "ha infundido miedo"

El juez Fernando Olguin señaló hace un mes que las declaraciones de 37 trabajadores que favorecían al magnate fueron obtenidas bajo la presión de que perderían su empleo. En un documento, el magistrado indicó que una empleada "comenzó a llorar" durante la entrevista con los abogados de Delrahim y que un trabajador firmó a favor de su patrón "porque sintió que perdería su trabajo".

A decir del magistrado, este empresario "ha infundido miedo y confusión entre sus empleados".

Para los fiscales, se trata de "tácticas intimidatorias", que se suman a la eliminación de mensajes de texto, correo electrónicos y videos que mostraban las actividades de los trabajadores, esto a pesar de que al inicio de la investigación notificaron a los abogados que debían preservar dicha información.

Los fiscales lo consideran una "destrucción injustificada" e intencional de evidencia.

Video Trabajadores inmigrantes prefieren no denunciar casos de abuso laboral o salarial por miedo a deportación


Según la jueza retirada Rosalyn Chapman, nombrada por la corte para evaluar estos reclamos, Littler Mendelson tomó la decisión de no preservar los videos. Por ello, los fiscales y el DOL pidieron sanciones por incurrir en fallas, incluso no seguir las reglas más básicas de la abogacía.

La firma Littler Mendelson dijo a Univision Noticias que no comenta sobre los litigios de sus clientes, pero en documentos de la corte ha negado cada una de las acusaciones que pesan contra su cliente, principalmente "que él (Delrahim) dirija y supervise las prácticas de pago y la nómina".

PUBLICIDAD

Los abogados calificaron los alegatos del gobierno de "frívolos, vejatorios e irrazonables".

Sobre la destrucción de la evidencia, los defensores legales de Delrahim respondieron que los textos, emails y videos se borraban rutinariamente, pero no deliberadamente; y subrayan que estos no habrían probado el presunto robo de salarios.

La próxima audiencia en este caso se ha programado para el 17 de junio.

Con 20,000 trabajadores, en su mayoría hispanos, la industria del lavado de autos registra uno de los niveles más altos de violaciones laborales en California. De 2009 a 2014, los inspectores emitieron 1,423 citaciones por no pagar el salario mínimo, ni horas extraordinarias; negar descansos y tiempo para comer; no ofrecer compensaciones laborales; operar sin licencia, entre otras faltas, según estadísticas de la División del Cumplimiento de Normas Laborales de California.

Solo patrones en los condados de Los Ángeles y Orange han pagado más de 16 millones de dólares en multas y salarios atrasados en dicho periodo.