¿Quién es la niña por quien dio la vida este inmigrante mexicano?

Crescencio Ramos, quien se sacrificó para mantener a flote a una niña que arrastró una ola en la playa de Santa Bárbara, será sepultado este viernes en su comunidad en Guerrero para cumplir su deseo final.

Crescencio Ramos posaba frente al mar de California, donde se ahogó el 30 de marzo de 2017.
Crescencio Ramos posaba frente al mar de California, donde se ahogó el 30 de marzo de 2017.
Imagen Univision

LOS ÁNGELES, California.- Se llama Esperanza, tiene 9 años y las autoridades la identificaron erróneamente como la hija de Crescencio Ramos, el inmigrante mexicano que se ahogó tras salvarla a ella en una playa de Santa Bárbara, California, el pasado 30 de marzo.

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El vocero de la Policía de Santa Bárbara (SBPD), Joshua Morton, dijo que Ramos "se ahogó para ayudar a que su hija saliera del agua", pues en ese momento creyeron que el migrante se sacrificó de esta manera para mantener a flote a la niña porque se trataba de su hija. Pero Esperanza era nieta de uno de los conocidos con quien estaba ese día en la playa.

Los familiares de Crescencio informaron que su cadáver llegó este jueves a México con la intención de cumplir su última voluntad: que lo sepultaran en el panteón de su humilde pueblo, Tlayolapa, en el estado de Guerrero. Este deseo lo expresó poco antes de que viera que la pequeña se ahogaba en la playa y acudiera a su rescate.

Allegados y familiares de Ramos aclaran que Esperanza es nieta de una amiga cercana suya y entienden la confusión de la Policía por la manera en que el mexicano dio su vida por ella. "Él se sacrificó para salvar a mi nieta", dijo María Castrejón, quien comentó que conoció a Crescencio en el año 2000, cuando recién había llegado de Guerrero. Ambos trabajaron en un hotel y siendo paisanos congeniaron de inmediato. "Yo compartí sus alegrías y sus tristezas", señaló ella.

La mujer lo acompañó durante su divorcio con la madre de sus dos hijos, en su constante nostalgia y en innumerables convivios y paseos. Conoció su vida y la de sus seres queridos. Fue ese familiar postizo que se elige lejos del terruño. Castrejón no solo está de luto, sino que tiene otro pesar, el de su nieta.

“Esperanza piensa que tiene la culpa de lo que pasó y dice que se tiene que ir al cielo. Yo le digo que no, porque él la salvó y porque él la está mirando desde allá”, comentó.

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De la tristeza al orgullo

Según testigos, la niña jugaba en la orilla del mar cuando una ola surgió sorpresivamente y la arrastró hacia adentro. Crescencio, un nadador experimentado, se lanzó de inmediato al agua para sacarla, pero el mar estaba encrespado y él tuvo que elegir entre uno de los dos. Al final, prefirió poner a salvo a Esperanza.

" Lo habría hecho por cualquier persona", afirmó Alberto Galindo, otro guerrerense que se hizo amigo de Crescencio. Él recibió el último mensaje de texto del inmigrante. Ambos conversaban mientras Galindo se dirigía a Santa Bárbara para visitarlo. "Nos vemos más tarde", escribió el amigo a las 4:56 de la tarde. "OK", respondió Crescencio. Poco después se ahogó.

Una cuenta en GoFundMe abierta para colectar fondos que cubrieran sus gastos fúnebres ha reunido más de 21,000 dólares.

Yeni Ramos, prima del inmigrante y quien vive en Chilpancingo, la capital de Guerrero, comentó que allá tienen sentimientos encontrados por la muerte de su pariente. De la tristeza pasan al orgullo y viceversa.

"Es un dolor muy grande, pero también es una muestra de la persona valiente que fue él. Así hubiera sido otra persona estoy segura que también hubiera dado su vida", dijo en una entrevista telefónica.

"Es un acto heroico que se acepta por un hijo, pero en este caso no lo pensó dos veces y se metió para sacar a la niña", agregó.

Crescencio será sepultado este viernes en Tlayolapa, el pueblo del cual emigró a los 17 años buscando un mejor futuro en California.

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