Animado por el éxito que se anotó tras la primera fase del acuerdo de paz en Gaza, el presidente Donald Trump se apuró a mirar una vez más hacia Rusia y Ucrania intentando apuntarse otra victoria en un conflicto que había prometido resolver en un día si llegaba a la Casa Blanca.
"No quiero una reunión inútil": Qué pasó con el encuentro entre Putin y Trump
Tras una llamada con Putin la semana pasada y una posterior reunión con Zelensky en la Casa Blanca, Trump había anunciado un próximo encuentro con su homólogo ruso en Budapest, pero en un repentino cambio de planes, informó el martes que no se reuniría con Putin en un futuro inmediato, porque no quería una "reunión inútil".

Tras una llamada con Putin la semana pasada y una posterior reunión con Zelensky en la Casa Blanca, el mandatario había anunciado un próximo encuentro con su homólogo ruso en Budapest, pero en un repentino cambio de planes, Trump informó el martes que no habría cumbre con Putin por el momento, porque no quería una "reunión inútil".
"No quiero una reunión inútil. No quiero perder el tiempo. Veré qué pasa", declaró Trump a los periodistas en el Despacho Oval. "Vayan a la línea de fuego. Vayan a la línea de batalla, a las líneas del campo de batalla. Y retírense, váyanse a casa y todos se tomen un descanso, porque hay dos países que se están matando mutuamente... Así que veremos qué pasa. Aún no hemos tomado una decisión", agregó.
Tras los comentarios de Trump, un funcionario de la Casa Blanca confirmó a medios de prensa que no hay planes para una reunión con Putin en el "futuro inmediato".
El Kremlin, que no había dado muestras de interés por una reunión con Trump tan pronto, dijo por su parte que no tenían fecha aún, y su portavoz dejó claro el martes que hacía falta aún mucha preparación para el encuentro. Este miércoles, tras las declaraciones de Trump, dijeron que seguían trabajando en los preparativos para la reunión y que "nadie quiere perder el tiempo, ni el presidente Trump, ni el presidente Putin".
Ambos líderes tuvieron una cumbre en Alaska en agosto, con fotos, alfombra roja y elogios mutuos, pero sin resultados. Aunque no respondieron preguntas, Putin se mantuvo firme con las amplias demandas de Rusia para terminar la guerra y Trump regresó a Washington con las manos vacías.
Expertos y diplomáticos creen que esta decisión de la Casa Blanca de posponer por ahora un nuevo encuentro entre Trump y Putin se debe justamente a evitar un escenario similar al de agosto.
“Supongo que los rusos querían demasiado y los estadounidenses se dieron cuenta de que no habría ningún acuerdo para Trump en Budapest”, dijo un alto diplomático a Reuters.
Este miércoles, el mandatario participará en una reunión con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, según el horario oficial publicado por la Casa Blanca.
La llamada Rubio-Lavrov y cómo Rusia rechaza un alto el fuego inmediato
Las declaraciones de Trump sobre el aplazamiento de la reunión con Putin llegaron después de una llamada entre el secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, y el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov.
Según el funcionario de la Casa Blanca citado por el diario The Washington Post, “Rubio y Lavrov mantuvieron una conversación productiva” y por eso no había necesidad de que se reunieran en persona. Sin embargo, el canciller ruso parece haber mantenido clara la posición de su país en rechazo a un alto el fuego inmediato, como ha pedido Trump, alegando que eso contradice lo pactado en Alaska, en donde el presidente estadounidense alivió la presión sobre el Kremlin para poner fin a la guerra antes de retomar las negociaciones.
En una conferencia de prensa en Moscú el martes, Lavrov dijo que la postura de Rusia no había cambiado y que antes de un alto el fuego debe haber primero un acuerdo de paz, algo que por ahora parece bastante difícil de materializarse.
“Desde Washington se dice ahora que hay que detenerlo todo de inmediato, que no hace falta discutir nada más y que ‘la historia juzgará, pero si simplemente nos detenemos, significaría olvidar las causas profundas de este conflicto, que la administración estadounidense comprendía claramente y expresó al asumir Trump el poder”, declaró Lavrov y agregó: “Me refiero a garantizar el estatus no alineado y no nuclear de Ucrania, lo que implica abstenerse de cualquier intento de incorporarla a la OTAN".
Trump hizo un llamado el sábado a detener los combates y pidió a ambas partes que “detengan la guerra de inmediato.” “Ambos bandos deberían volver a casa, reunirse con sus familias y detener las muertes”, dijo.
Los bandazos de Trump sobre la guerra en Ucrania
A lo largo del año Trump ha ido fluctuando de un lado al otro en su postura sobre la guerra en Ucrania, desde la necesidad de un alto el fuego para negociar la paz hasta si Ucrania debería o no recuperar los territorios capturados por Rusia en su invasión de casi cuatro años.
Inicialmente, el republicano intentó presionar a Ucrania para que hiciera concesiones a Putin, luego ha mostrado su frustración por la intrasigencia del líder ruso, que se sigue saliendo con la suya, a pesar de los elogios de Trump y el creer que una pretendidda simpatía entre ellos puede poner fin a la guerra. Esto hizo que recientemente el mandatario cambiara su postura una vez más y dijera que que Ucrania podría recuperar todo el territorio perdido ante Rusia.
Pero una llamada con Putin la semana pasada y un posterior tenso encuentro con el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky en la Casa Blanca, lo hicieron volver a cambiar de opinión y pedir a ambos bandos públicamente que “se detengan donde están”, algo que no parece factible.
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El domingo, el republicano volvió a cambiar su discurso y declaró que la disputada región del Donbás, en el este de Ucrania, debería ser dividida, algo que va en contra de las demandas ucranianas, que reclaman su integridad territorial frente a la invasión rusa.
Luego, el lunes, dijo que aunque llegó a creerlo posible, ahora pone en duda que Ucrania pudiera derrotar a Rusia.
Por su parte, los líderes europeos también han rechazado que Ucrania ceda territorio y han apoyado la propuesta de un alto el fuego antes de negociar la paz.
Líderes como el francés Emmanuel Macron, el británico Keir Starmer o la italiana Giorgia Meloni, cercana a Trump, advirtieron en una declaración conjunta publicada el martes que Rusia no se tomaba en serio la paz.
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