Seis robos, a punta de pistola en menos de cinco horas, dejaron dos muertos, seis heridos y sembraron el terror entre trabajadores y clientes de la cadena de tiendas de conveniencia 7-Eleven. Al describir a uno de los detenidos, el fiscal de Orange dijo: "Lo que hizo el pistolero fue matar a gente inocente a sangre fría".