"Siento que se me va la vida ya. No puedo más", suelta entre sollozos Sylvia Rosales, para quien no existe un festejo del Día de la Madre hasta que capturen a la persona que asesinó a su hijo Juan Antonio Orozco, junto a su amigo Javier Carachure Menchaca, en la ciudad de Compton.
"Veinte mil dólares no valen dos vidas": la madre de Juan Antonio Orozco pide dar más por el asesino
Juan Antonio Orozco y su amigo Javier Carachure Menchaca fueron asesinados el 14 de noviembre de 2021 mientras participaban como espectadores de unas carreras ilegales en Compton. Desde ese día Sylvia Rosales no tiene tranquilidad y propone aumentar la recompensa en el caso para finalmente conocer la verdad.

Año y medio después del tiroteo, las autoridades no han recibido pistas que permitan capturar al asesino. Para Rosales, el problema está en la recompensa que ofrecen por información.
" Suban la recompensa porque, ¿20,000 dólares? Veinte mil dólares no valen dos vidas. Fueron dos, no fue una", insiste esta mujer, con el corazón roto desde el 14 de noviembre de 2021.
Sin respuestas ni sospechas del asesino de Juan Antonio Orozco
La investigación oficial del caso, indica que al amanecer de ese domingo, entre 200 y 300 personas tenían el control de la intersección de Pine Avenue con Bullis Road.
Unos participaban y otros permanecían como espectadores de carreras de autos ilegales.
A las 12:58 de la mañana, alguaciles de Compton recibieron una denuncia y se movilizaron al lugar. Tan pronto llegaron, los conductores comenzaron a huir para no ser arrestados.
En cuestión de minutos, solo un carro quedaba. Al acercarse, los alguaciles vieron que sus ocupantes habían sido baleados.
Juan Antonio Orozco y Javier Carachure, de 22 y 19 años, respectivamente, no sobrevivieron al ataque armado.
¿Quién los asesinó y por qué? Son las preguntas para la cuales no hay una respuesta, ni una sospecha.
La madre de Juan Antonio Orozco justifica su petición
Siempre habrá quien piense que hablar sobre lo que ocurrió esa madrugada no es prioridad, pues el resultado es el mismo: ambos jóvenes murieron.
Sylvia Rosales lo sabe, pero ruega a los posibles que se pongan en su lugar: "Piensen en mí, que me arrebataron lo más sagrado, para mí, mi hijo".
"No me van a regresar a mi hijo", reconoce la madre de de Juan Antonio Orozco, "pero un poco tranquilidad sí me la van a dar. Y a mi familia".
Quien sepa algo, debe llamar al 323-890-5500.
Tras el doble asesinato, la policía de Compton investigó varias pistas, pero 9 meses después, en conferencia de prensa, pidieron cooperación.
"Seguimos varias pistas que no nos llevaron a ningún lado", confesó en ese entonces el sargento Michael Austin, de la oficina del Sherrif de Los Ángeles.
Pidió cooperación, lamentando que "había entre 200 y 300 testigos allí, pero se ha acercado, hasta este punto".
Los videos de las cámaras de seguridad tenían muy baja calidad y no permitieron identificar a la persona que disparó y huyó.















